Michelle
Todo sucedió alrededor de las doce de la noche.
Estaba plácidamente dormida sobre mi cama, cuando el ruido del teléfono sonó. Con los ojos entrecerrados y dando bostezos, lo agarré.
Cogí la llamada, era de Julia.
—¡Michelle! —gritó llorando. De fondo se oían sirenas y muchísimos ruido de coches. — ¡Michelle!
Me asusté.
—¿Julia? Julia, cálmate, ¿qué ha pasado? — dije frotándome los ojos e intentando entender a Julia.
—¡Michelle! —dijo entre sollozos. — ¡Tienes que venir! ¡Ha-ha pasado algo!
—¿Qué ha pasado? ¿Dónde estás? — dije lo más calmada que pude, pero ya tenía el corazón latiendo a mil.
Ya era raro de por sí que Julia me llamase, pero cuando lo hacía, siempre tenía algo que ver con Cameron.
En este tiempo estuve hablando con ella.
Al principio me odiaba y a penas quería verme por saber lo que le había hecho a Cameron. Pero con el tiempo, sorprendentemente, me entendió. Consiguió ponerse en mis zapatos, entendió por el tipo de relaciones que yo había pasado, y entendió mi relación con mi padre. En cierta manera ella se podía identificar. Aún así me seguía guardando algo de rencor.
Mi madre se asomo por la puerta de la habitación con cara de pocos amigos, pero en cuanto mis ojos y los suyos se cruzaron, le transmití toda la preocupación que me había llenado el cuerpo.
—¡No sé que ha pasado, joder! — gritó Julia llorando.
Una persona comenzó a hablarle a Julia, conseguí oír algunos de los murmullos que decían.
Pero solo bastó una frase para que comprendiera todo.
"Accidente de trafico"
Mi corazón dejó de latir por unos instantes.
—¡Julia! —grité. — ¡Julia joder, pásame la ubicación, vamos para allá!
Colgué el teléfono y recibí la ubicación. El accidente se había producido a mitad de la autovía. Mis ojos se llenaron de lágrimas. Yo no era creyente, pero en ese momento estaba rezando para que no hubiera sido nada grave. Mamá me miró con preocupación y ambas nos vestimos rápido. Bajamos al garaje, subimos al coche, y conducimos siguiendo el GPS.
Al llegar, solo pude distinguir el sonido de las ambulancias, había un par de patrullas. Bajamos del coche y enseguida vi el todoterreno de Julia. Mi mundo se paralizó cuando vi la cinta policial rodeando la escena del accidente. El 4x4 negro de Cameron estaba encajado sobre uno de los muros de hormigón de la autovía. También tenía un golpe en el maletero del coche, causado por el coche que venía detrás. Ambos coches estaban destrozados.
Corrí hacia el vehículo de Cameron.
—¡Cameron! — grité haciéndome daño en la garganta y dejando salir todas las lagrimas que tenía acumuladas.
Me acerqué corriendo al coche, pero un policía me agarró por la cintura, impidiéndome el paso.
—¡Suéltame! —grité pataleando.
El policía me soltó, pero me advirtió que si cruzaba el cordón policial me iría arrestada.
Angustiada, y con la mano en el corazón, conseguí distinguir a Julia entre la gente. Me acerqué corriendo a ella. Llevaba el pijama puesto, tenía el rímel corrido de llorar.
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Enséñame a perdonar #2 ✓
Teen FictionSegundo libro de la trilogía Enséñame. Michelle y Cameron se habían distanciado. La reciente noticia que habían recibido había descolocado su vida y descuadrado sus emociones. Ambos se sentían perdidos, y en parte, la distancia y el tiempo hizo que...