15.Algo Llamado Nostalgia

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Michelle

Hacía horas que había perdido a Cameron de vista.

Me encontraba sentada sobre el bordillo de la piscina, con Beck a mi lado. Ambas estábamos hablando de la vida, rememorando los viejos tiempos y riéndonos de anécdotas.

—Dios, ese día fue increíble.

—Increíble para tí. — rebatí. —No para mí, te recuerdo que me tiraste a un cubo de basura.

Beck soltó una carcajada sonora.

—¡No fue un cubo! Era una bolsa. Y no te tiré, te caíste. — se excusó.

—Claro porque que me empujaras accidentalmente torciendo mi silla hacía la bolsa de basura fue totalmente causalidad, ¿no? — dije entre risas.

Nuestra conversación se vio interrumpida por un estruendo, proveniente del salón de la casa. Julia, la cuál ya había dejado de cantar hace rato, nos miró preocupada y salió disparada para ver qué había ocurrido.

Beck y yo intercambiamos una mirada confusa al ver el círculo de gente que se estaba formando. Nos levantamos rápidamente y entramos al interior de la casa. Al parecer Cameron y Brent habían vuelto de dónde fuera que se hubieran metido, pero venían con alguien más, concretamente una chica.

Los tres estaban riéndose en el salón a más no poder. Cameron estaba tirado en el suelo agarrado a una botella de ¿vodka?, a su lado, la chica estaba riéndose a carcajadas mientras señalaba a nuestro tercer hombre; Brent. El cuál se había caído al suelo con una estantería encima.

Julia comenzó a gritarle a Cameron y a reprocharle que no podía beber tanto y que se habían cargado un mueble de la casa. Pero Cameron no estaba en condiciones de escuchar.

—¿Qué ha pasado aquí? — preguntó Jhon acercándose a nosotras.

—No tenemos ni idea, pero por la cara de Julia me da a mí que la fiesta se ha terminado. — respondió Beck.

Julia agarró a Cameron de la camisa e intentó levantarlo. Al ver que no podían Cameron trato de levantarse solo del suelo, pero se cayó antes de lograr nada.

Un par de chicos, entre ellos Hunter, ayudaron a levantar la estantería que estaba encima de Brent. Este comenzó a quejarse de nosequé.

¿Qué mierdas habían tomado?

Julia, de un chillido, tiró a casi todo el mundo de la casa. Sólo nos quedamos unos pocos; Beck, Jhon, Hunter, Julia, un par de chicos y chicas más, y como no, los tres borrachos.

Mientras que Julia se encargó de arreglar el destrozo de estantería, nos pidió que lleváramos a los borrachos al piso de arriba, para que durmieran.

Hunter y Jhon se encargaron de subir a Brent. Dos chicas que no conocían llevaron a la chica, la cual me pareció oír que se llamaba Sasha, pero no estaba segura. Y por último, Beck y yo nos encargamos de Cameron.

—Vale, no puede ser muy difícil ¿no? — dijo Beck cuando nos encontramos a punto de subir las escaleras. — Yo le agarro de las piernas, y tú de los brazos.

—Está bien.

Agarré a Cameron de los dos brazos y en cuanto Beck agarró de sus piernas y estiró hacia arriba, casi nos caemos.

Dios, Cameron pesaba muchísimo.

Con los ojos abiertos, miré a Beck.

—Vale, va a ser más difícil de lo que pensaba. —comentó.

Enséñame a perdonar #2  ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora