Cameron
—Date prisa, — hablé repiqueteando los dedos en el capó del coche— vamos a llegar tarde.
—Voy, pesado. — contestó Hunter. Estaba mirandose por décima vez en el retrovisor del coche, asegurándose de que su pelo estuviera perfecto.
—Oh vamos, no es para tanto. — rodé los ojos.
—No lo será para ti. — respondió con indignación.
Hunter se puso delante mía. Estiró su chaqueta y me miró.
—¿Y bien?
Acto seguido, dio una vuelta sobre sí mismo.
—No está mal. — respondí.
—Estoy guapísimo, sólo que jamás lo admitiras.
Me reí.
Hunter llevaba unos pantalones rotos negros, una camiseta blanca y una chaqueta de cuero. Había querido imitar el estilo de John Travolta en Grease, y os preguntaréis, ¿para qué?
Literalmente solo para ir a una carrera.
No había llevado jamás a Hunter a este tipo de eventos. Normalmente sólo íbamos Brent y yo, pero después de contarle varias anécdotas, insistió en venir.
Eso sí, esta vez no íbamos a beber.
Habíamos aparcado el coche cerca del bar. Habían varias personas por la zona. Vimos a lo lejos a Sasha y nos acercamos a ella.
Sasha al vernos, tiró su cigarro al suelo y lo apago de un pisotón, después de acercó a nosotros con los brazos abiertos y una deslumbrante sonrisa.
—¡Cameron! — me acerqué a ella y me envolvió con sus brazos.
Nos separamos y le echó un vistazo a Hunter.
—¿Quién es el cachorrito? — preguntó y yo reprimi una risa.
Hunter puso una mueca.
—Hunter, señorita. — estiró su mano. Sasha le miró de arriba a abajo antes de darle la suya. Y así, con un apretón de manos, Hunter había entrado a mi mundo.
Fuimos hacia el bar. Nos sentamos en la barra y pedimos unas cervezas.
—¿Y de que os conocéis? — preguntó Sasha.
—Nos conocimos en el instituto. — respondí yo dándole un trago a mi cerveza. — Hunter me tocó los huevos y nos pegamos, después de eso, tuvimos que pasar unas horas de castigo juntos y así empezó está bonita amistad.
Sasha soltó una carcajada.
—De verdad que tu vida es surrealista, Cam.
Me reí.
—¿Y tú de qué lo conoces? — preguntó Hunter, interviniendo por primera vez en la conversación.
Sasha abrió los ojos.
—La verdad que no sabría muy bien como explicarlo.
—Fue en un bar. — dije yo.
—Asi es. Cameron intentó liga conmigo, pero lo niega.
—No intenté ligar contigo, sólo fui amable. — rebatí.
—Eso es mentira, — contestó indignada. Se acercó a Hunter y le susurró al oído. —Le hice una cobra.
—Puedo oírte, Sasha.
Hunter se rió.
—¿Me estás diciendo que al increíble nunca-me-rechazan alias Cameron, le han rechazado? — preguntó sorprendido.
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Enséñame a perdonar #2 ✓
Teen FictionSegundo libro de la trilogía Enséñame. Michelle y Cameron se habían distanciado. La reciente noticia que habían recibido había descolocado su vida y descuadrado sus emociones. Ambos se sentían perdidos, y en parte, la distancia y el tiempo hizo que...