13.¿Bailas?

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Michelle

—No voy a ponerme eso, Beck. — dije mirando el pequeño trozo de tela que Beck me había dejado.

—¡Oh vamos! Venga ya. —se quejó Beck dejándose caer en la cama.

—A ver querida Michelle, ¿quieres follar o no? — preguntó Jhon apoyando sus manos en mis hombros.

Agaché la cabeza.

—Bien, pues métete en ese jodido vestido ya.

—¡Pero si no quepo! —reproché.

Después de una larga conversación, un par de gritos, y algún que otro chantaje emocional, decidimos ir a la fiesta que Cameron organizaba. Llevábamos ya dos horas discutiendo sobre la ropa que nos íbamos a poner. Jhon no paraba de insistir en que esta noche era crucial. Debía de ponerme guapa para sorprender a mi novio, el cuál, se había autoinvitado al plan.

¿Eres consciente de que vas a tener a Darren y a Cameron en la misma fiesta?

Dios.

Agarré el vestido que Jhon y Beck habían elegido para mí y lo mire por enésima vez. Básicamente era un vestido rojo pasión ceñido, tenía una especie de arrugas en las caderas que marcaban la figura. La espalda estaba cubierta por dos simples tiras de tela cruzadas entre sí. Era muy bonito, no os voy a engañar. Pero no me sentía muy segura con él.

—Vamos a llegar tarde. —advirtió Beck tecleando su teléfono.

—Venga Michelle. —insistió Jhon.

—Os odio. —murmuré quitándome de mala gana la camiseta oversize que llevaba encima. Metí una pierna en el vestido enano y ya sentí como no cabía nada más.

Miré a Jhon.

—¿Estas seguro de que es mi talla? —pregunté.

—Agh claro que sí estúpida. — dijo ayudándome.

Metí la otra pierna en el vestido y Jhon comenzó a tirar de él con fuerza.

—¡Entra joder! — grité subiéndolo y dando saltos.

—Vestido de mierda...—murmuró Jhon empujando.

Y por fin, entró.

Jhon soltó un suspiro de alivio mientras se dejó caer sobre la cama. Yo acomodé el vestido como pude y me giré para mirarme al espejo.

Jo-der. Estaba espectacular. El vestido me quedaba ajustado, marcando mis caderas. La zona del pecho resaltaba las pocas tetas que tenía, y dejaba mis clavículas al descubierto. Decidí acompañar el vestido con una cadena de oro colgando en mi cuello. Mi pelo estaba un poco ondulado y mis ojos azulados estaban tapados por un antifaz rojo.

Pareces sacada de una película.

Sonreí a mi reflejo antes de agarrar mi bolso.

—Perfecto.

Beck había optado por un vestido verde oscuro largo, estaba ceñido por la parte de arriba pero al final se abría como un vestido de princesas. Tenía algo de pedrería y un escote con forma de corazón.

Jhon había elegido en cambio un traje granate, y la verdad que me sorprendió ya que era bastante sencillo para el tipo de ropa que él solía llevar. Aún así le quedaba bien.

Subimos al coche listos para la acción.

—¡Las tres mosqueteras al ataque!— gritó Jhon arrancando el coche.

Primero nos dirigimos a casa de Darren. Este, subió al coche saludándonos a todos con la mano. Darren llevaba un traje negro sencillo acompañado de una camisa blanca, y igual que yo, tenía un antifaz negro que le cubría los ojos.

Enséñame a perdonar #2  ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora