-¿Donde Sara?- Preguntó Bucky mirando al hombre llegar a la base a últimos minutos de vida.
-Es amiga de los Vengadores, tiene al rubio a sus pies- Respondía con gemidos de dolor intermedios.
-No te pongas celoso Barnes, hubieras terminado con ella hace muchos años- Uno de sus compañeros golpeaba su espalda en forma de consolación.
El hombre sacó el circulo que marcaba un amor diferente a los demás.
-No la mataremos...por el momento- Levantó la mirada.
-La usaremos como la misma arma en Hydra, usaremos su traición como puerta abierta a terminar con todos los Vengadores- Ordenó mirando a cada uno de los soldados.
-Despues la asesinaré- Intervino el hombre ensangretado.
El chico no pudo resistirse más, tomo el cuerpo del hombre sellando algún camino libre en el pasillo.
Comenzó a quitar el oxígeno de su cuerpo sujetandolo fuertemente del cuello.
-No la tocarás, ni tu ni nadie ¡Entendieron!- Gritó señalando a cada uno de ellos con su mano libre.
-¡Si señor!- Gritaron los demás.
-Algun movimiento encubierto, tu terminarás peor que tu compañero Smith- Advertía entre dientes.
-Sargento Barnes- El general Strocker habló al principio del pasillo.
-Suelte al hombre- Pidió con firme voz.
Después de mirarlo por unos segundos dejando el rencor que le había dejado su mujer en el, lo soltó.
-Necesito hablar con usted- Se dio la vuelta caminando a su laboratorio.
El hombre se reincorporaba en una postura firme dejando el ambiente en una tensión cosmica, mostrando su liderazgo en el ejercito de Hydra.
Dejo a los demás atrás dirigiéndose con uno de los mejores líderes de Hydra, el general Strocker.
Abrió la puerta encontrando al hombre con una luz extremadamente alta y brillante dejando toda la habitación en color azul.
-Esto no es una cualquier arma Barnes, esta simple y sencilla bara terminaria con todo el mundo- El general Strocker la miraba atentamente admirando cada parte de ella.
-Al igual que Sargento Bell, no es cualquier arma, podría terminar con todos nosotros en un solo día- Volteaba dejando sus manos estrechadas en su espalda baja.
-¿Duda de las habilidades Sara Bell?- Preguntó Bucky alzando una ceja.
-Dudo de tus habilidades Barnes- Corregía con cortesía sonriendo cínicamente.
-Dudo que puedas detener a tu fiera andante- Confesó sin decir más.
-Esa fiera merece todo el poder de Hydra, más respeto y lealtad por parte de una persona que se esconde entré las paredes mientras ella sale y sigue sus estupidas ordenes- Respondía entre dientes acercándose a el.
-Cuida tus palabras Barnes, gracias a mi sigues vivo- El hombre se acercaba a el.
-Gracias a ella usted sigue vivo, en un solo momento que su corazón se detenga usted será quien la acompañara al infierno- Controlaba su impulso en su brazo tratando de no levantarlo y golpearlo.
-¿Dame alguna razón de no asesinarte ahora mismo?- Preguntó sonriente alejandose de el, caminando por todo el laboratorio.
-Conozco todo de ella, desde la profundidad de su ser- Respondía siguiendo sus pasos con la mirada en alto.
-Pero no seré su segundo en asesinar a mis compañeros, es mi esposa- Agregó dándose la vuelta.
-No es tu esposa, nunca lo fue- Reía irónicamente.
-Sus recuerdos estan borrados Barnes, no puedes entrar a su mente y hacer recordar todo el amor que te tuvo como la primera vez- Se acercaba a el de nuevo.
-No la obligues a que te ame, por que no lo volverá a hacer...Es agotador recordarle cosas insignificantes a las personas- Lo miraba fijamente.
-Ahora, tenemos un trabajo muy importante por hacer- Miró la vara de oro con una piedra al principio de ella.
-Partiremos mañana por la mañana, iremos a Sokovia...Tengo dos experimentos por terminar de probar- Habló regresando la mirada y la intención por completo a la nueva misión de Hydra.
-¿Los gemelos?- Preguntó Bucky antes de marcharse.
-Efectivamente Barnes, ahora sal de aquí y prepara a los demás...Tendremos una fiesta mañana- Ordenó.
