Siberia.
Pisamos la cobertura fria del suelo, blanca y fina, nos encontrábamos frente al gran hogar que no deseaba volver.
Adentro de mi cabeza, recordaba esos gritos de dolor, las amenazas, los cortes electricos dando cosquilleo hasta casi dejarme inconsciente; Pero sobre todo, Barnes en cada momento de esta área metalica.
Podía sentir aquella sensación de miedo, un escalofrío agudo absorbió mi cuerpo dejandome más helada que el clima.
-¿Recuerdas cuando tuvimos que volver de Rockaway en la cabina de un camion congelado?- Preguntó al sentir la misma textura de frialdad.
-¿Cuando tomaste el dinero del tren y compraste los perros calientes?- Lo recordaba perfectamente.
-Si, el mismo día que intentaste ganar un peluche.
-La perriloja me ganó y me esparcio el peluche por toda la cara y el resto de la feria- Fingía tristeza en mi voz.
-¿Como se llamaba?
-Dolores.
-Deberia de tener 100 años ya- Reía mirando el gran risco en el que estabamos.
-Igual que nosotros- Respondió siguiendo la mirada.Permanecía en silencio mirando la zona del lugar, estaba abandonada pero aún se sentían esas presencias por aquí.
-¿Estas bien?- Steve tocó mi hombro haciendome volver a la realidad de ahora.
-Hace más de 70 años que me preguntaste lo mismo antes de lanzarme de una tirolesa sobre la nieve, mi respuesta era una farsa al decir que estaba bien y al final me quede sin un brazo- Reía con ironía mirando la gran profundidad del risco.
-Estamos solos nuevamente Mary- Suspiró.
-Solo espero no morir esta vez- Lo miré seriamente.
-No volveré a dejar que mueras esta vez, no estás sola.
-No morirás por mi Steve, si algo sale mal adentro tu saldras.
-Saldremos los dos aún que estemos muriendo, saldremos juntos ¿Entendido?Suspire pesadamente aún manteniendo una sonrisa aceptando sin más, no tenía elección, estrechamos las manos antes de entrar y afrontarnos a más de 10 personas con mejores habilidades que Steve o incluso mías.
Entramos al lugar analizando cada detalle de el, me encontraba atrás de el cuidando su espalda con el arma lista.
Bajamos por un elevador que aún se encontraba en función.
-Tu primero- Pidió antes de salir del ascensor.
Asenti levantando el arma en posición de ataque caminando sigilosamente, nos orillamos a la pared despintada y opaca preparados para cualquier movimiento en falso.
El resto del camino se encontraba arriba de nosotros, subimos la mitad de los escalones.
Un extraño ruido se escuchó a nuestra espalda, giramos inmediatamente, steve protegía nuestros cuerpos mientras yo era la única defensa.
-¿Listo?- Preguntó al observar que las puertas del elevador estaban por abrir.
-Si- Respondía apuntando agilmente sin temblar.Las puertas se abrieron.
Damas y caballeros.
Es un honor presentar al hombre de hojalata conocido como Iron Man...Tony Stark.
-Buen día- Saludó quitándose el casco.
Steve comenzó a caminar hacía el aún protegiéndose y yo me quedaba en la misma posición sin bajar el arma.
-Creo que estas un poco a la defensiva- Comentó sarcásticamente.
-Si, tuve un mal día.-Cariño, me incomoda que me estes apuntándome.
-No dudes que tiraré del gatillo si hay más personas esperandome allá fuera.
-La única persona es simplemente Tony ¿Esta bien? Querias que escuchara mi corazón, aquí estoy.
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