Contemos esto una última vez más....
Perdí la noción del tiempo.
El universo volvió a su estabilidad, sin reconocer aún lo que era realmente ser un mundo, un universo estable.
Los cuerpos se habían separado y las almas salieron en busca de nuevas aventuras, se escondieron con su magia, triunfaron como superhéroes, consiguieron el perdón, regresaron a su pueblo donde la familia los esperaba abiertamente.
Unos ganaron.
Otros perdieron.
Tal vez eso es la "normalidad" que habíamos extrañado, donde no podemos mantener a todos felices, donde la sociedad se divide entre el bien y el mal, tal vez no es un cuento de hadas como solíamos contarlo.
Un nuevo orden mundial.
Conseguí el perdón, el amor aún asi perdiendo todo lo que amaba y se mostró que ellos siempre estarian en mi corazón, mi cuello colgaba unas placas, un pequeño reactor todo lo que me formó a la lucha y libertad de Hydra.
Una libreta llena de nombres, manchadas en sangre sin la oportunidad de regresar a casa, ejercía mi nombre, mi rostro, entre la culpa y la pena mirando de frente a cada persona, tal vez una palabra no ayudaba mucho para los demás pero habían pocos que lograron entender que fue Sara Bell y no Mary Jones.
Eran tres simples pasos,
-No puedo hacer nada ilegal.
-No lastimar a nadie.
-Ser Mary Jones y es parte de mi esfuerzo enmendar las cosas finalizando con una linda sonrisa tierna.
Las pesadillas se mantuvieron lejos de mi, haciéndome más libre de lo que soñaba.
Era una fria tempestad, cada noche lloraba bajo las estrellas sintiendo su presencia a lado mio deseando que volviera a casa.
Habia conseguido un amigo, tal vez, un padre para mi, juntandonos algunas tardes para ir a comer, jugar ajedrez y el contarme sus tiempos cuando era un joven guapo y admirable, pero también contaba ciertas historias con su hijo, cada palabra y lagrima que el expulsaba era una apuñalada en mi cuerpo, lamentando aquel día, deseando haberme despertado de ese control para detener el asesinato del hombre.
Sara Bell lo había asesinado.
Todo se construía en paz, pero aquellos momentos eran desequilibrios enormes que necesitaba ordenados lo más rápido posible.
Di un brinco sintiendo el sudor frio y mi temblor constante, recordando aquel sueño profundo, con un final en blanco.
Suspire con pesadez mirando la hora, no pasó mucho desde que dormí, las noches se resumían así.
Despertando el horrible sueño, llenando mi mente de pensamientos con nuevas emociones dejando mi mirada en mi anillo de compromiso cargando aún las placas mías y de Steve durante la guerra, ellos siempre estaban conmigo en cualquier momento.
Dejando a esa manera reconciliada en un sueño nuevo mejor que el otro, cada mañana era el mismo circo barato, aburrido, frio y gris, lo único que podia sacarme una sonrisa era el, sobre el universo brillando en el sol.
Mis días se resumieron en poco tiempo.
Miraba lo que había atrás de mi, el pasado hecho una revolución pero una victoria al final de ella, perdidas totales, parte de mi corazón se había quedado entre esos escombros.
Busqué el control del televisor, por abajo de unas hojas que el gobierno me entregó, Ross regresó insistiendo su experiencia en Wakanda junto a mi, juntaron todas las nuevas evidencias, la última batalla fue la que sentencio mi perdon del gobierno recibiendo así mismo sus queridas condolencias y su perdón.
