Capítulo 46

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Estaba por subir las escaleras cuando escuché el timbre, regresé ya que mi madre me pidió que abriera.

-¡Hey!- saludé a River que estaba para en la puerta.

-¡Hola! vine a ...- me examinó de arriba abajo y negó con la cabeza. -Si sigues así vas a desaparecer- me dijo seriamente.

-No seas exagerado- aunque claramente sabía que no exageraba. -Ven, pasa- le invité.

-¿River?- dijo mi madre sorprendida. -¡Volviste!- se acercó a él y le dio un cariñoso abrazo.

-Y ustedes también volvieron- dijo riendo.

-¿Hace cuanto llegaron?- le preguntó mi padre refiriéndose a él y su familia.

-Hace unos meses, poco después de que se fueron ustedes- les contó. -Iba a pasar a saludar antes, pero los entrenamientos no me dejaban-

-¿Volviste a entrar al equipo?- preguntó mi padre.

-Bueno iré a cambiarme- avisé ya que se mantendrían por un buen tiempo hablando solo de deportes.

-¿Vas a salir?- me preguntó River.

-Si, iré con Caro al centro comercial por una mascota- le conté. -¿Nos quieres acompañar?-

-Claro- dijo sonriente.

Subí las escaleras y después de ir a despertar a Caro fui a mi habitación para tomar una ducha rápida. Me envolví en una toalla blanca y así poder buscar algo de ropa en el closet.

Dejé mi cabello suelto, no tenia humor de maquillarme así que tome mi bolso y salí de la habitación.

-¿Caro ya estás lista?- grité en el pasillo.

-¡Sí!- gritó emocionada mientras salía corriendo de su habitación.

-Bien vamos- le dije y bajamos las escaleras.

-Estamos listas- le avisé a River quien seguía muy metido en la conversación con mi padre.

-¿Quién es él?- me preguntó refiriéndose a River.

-¿Hey no me recuerdas?- le preguntó River haciendo un puchero.

-¡No!- le contestó Caro riendo por el gesto que este había puesto.

-Yo soy River, amigo de tu hermana y te conocí cuando eras una bebé- le dijo mientras se ponía en cuclillas para quedar a la altura de Caro.

-River, aun es una bebé- le dije riendo.

-¡Claro que no!- me reclamó la pequeña.

-Bueno ya ¿Nos vamos?- le pregunté y esta volvió a gritar 'si' emocionada.

Nos despedimos y salimos de la casa saqué las llaves de mi auto pero River me detuvo.

-Vamos en el mío, tú estás muy hermosa hoy y quiero llevarte- me dijo y caminamos a su auto.

-¡No digas bobadas, sí estoy de lo más normal!- dije riendo.

Durante todo el camino Caro no paraba de hablar sobre la que sería su nueva mascota, yo como ya era de costumbre mantenía mi mirada hacia abajo mientras que jugueteaba sin ánimos con mis dedos. River de vez en cuando, volteaba a verme. Yo fingía no sentir su mirada, no quería que me regañara.

En minutos ya estábamos en el centro comercial, River estacionó el auto y bajamos.

-Ana, no puedes seguir así- me dijo en un susurró para que Caro no escuchara y/o preguntara algo.

-River- lo nombré. -Solo ignórame ya se me pasará- tal vez no mentía, tan solo tengo diecisiete años como para arruinarme la vida solo por un chico. En definitiva estaba sobre reaccionando, pero aun así, dolía y mucho.

El niñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora