-Lo siento tanto- nos dijo sin despegar su mirada de la tabla. -Pero debido a los golpes que sufrió- volteo su mirada hacia nosotros. -Tuvimos que realizarle una gran cantidad de exámenes para asegurarnos de que no hubiera golpes internos- ¡Demonios! Que no podía decirnos 'Él está bien' o 'Pueden pasar a verlo' me estaba muriendo por dentro. -Llegó inconsciente pero ya está estable- todos lanzamos suspiros de alivio.
Lágrimas de felicidad se escaparon de mis ojos.
-¿Y cuándo podremos verlo?- pregunté.
-¿Cuándo saldrá?- preguntó Carlos
-¿Podemos verlo ya?- también Tito preguntó.
-Tranquilos- nos calló River ante nuestra saturación de preguntas hacia el doctor.
-Gracias- le dijo el doctor River. -Lo podrán ver en cuanto despierte, y lo mejor será que se quede por algunos días- nos comentó. -Sufrió muchos golpes y seguro estará adolorido- a pesar de saber que estaba bien, me sentía terrible. -Así que les recomiendo que vallan a casa y descansen, él está fuera de peligro-
-Esperaremos- respondimos todos al unisonó.
-Si así lo desean- dijo finalmente para después regresar por donde había venido.
Más tranquilos nos sentamos de nuevo en la sala de espera, Carlos llamó a sus padres; yo llamé a casa, para avisar también. Ya que seguramente otra noche no llegaría a casa.
-Si quieres ve a casa- le dije a River quien se estaba quedando dormido nuevamente.
-No me iré- me contestó con los ojos cerrados.
-Aww- dije enternecida. -¿Quieres ver a Michael?- era obvio que no era así.
-No necesito responderte eso- contestó sin abrir los ojos. -Creo que tuvo suerte, yo no lo hubiera dejado solo 'inconsciente'- lo decía en serio, vi como Liam estaba a punto de pararse, seguramente para reclamarle, pero Carlos lo evitó.
Sentía la fija mirada de Liam sobre mí, parecía molesto. Seguramente era por el comentario de River. Pero él no sabía absolutamente nada así que no tenía por qué meterse. Me puse de pie, necesitaba ir al baño.
-Ya vuelvo- avisé y caminé siguiendo los pequeños letreros que indicaban donde estaban los baños.
Lavé mis manos y mojé mi rostro antes de salir de los sanitarios. Salí distraída acomodando mi blusa y accidentalmente choqué con alguien.
-Lo siento- dije rápidamente y al levantar mi mirada, logré ver a Liam.
-¿Quien rayos se cree ese imbécil?- estaba molesto.
-¿Que imbécil?- tenía una ligera impresión de a quién se refería pero era mejor asegurarme.
-River- me dijo.
-Mira para empezar no es ningún imbécil- le aclaré.
-Sí, sí lo es, se está metiendo con Michael, por lo tanto se está metiendo conmigo-
-Escucha- me tranquilicé lo mayor posible. -Michael y yo tuvimos unos problemas, él y River nunca se han llevado bien- expliqué aunque no tenía la obligación de hacerlo. -River es mi mejor amigo, casi mi hermano y a mí solo me importa que Michael lo entienda- se dio la media vuelta no sin antes aniquilarme con la mirada. -Wow, pero si tan solo hace unos días me desvestía con la mirada- pensé y comencé a caminar hacia la sala de espera.
Me senté a un lado de River, sin duda. Agradecía de sobremanera tenerlo. A pesar de su sobreprotección, es increíble.
Me recargué en su hombro y de un momento a otro caí en un profundo sueño.
-Ana- escuchaba a lo lejos. -Ana- comencé a abrir mis ojos y me encontré con Carlos y River.
-¿Qué pasa?- pregunte adormilada.
-Mike despertó- me informó Carlos y en cuestión de segundos lo 'adormilada' se me fue y me puse inmediatamente de pie.
-¿Ya lo vieron? ¿Cómo está? ¿Cómo se siente?- pregunté acelerada pero la mirada de River me indicó que me tranquilizara.
-Sí, ya lo vimos, solo faltas tú y te está esperando- sentí que el corazón se me salía al escuchar las palabras de Carlos.
-Esta es- me indico la puerta marcada con el 221. -Estaré abajo con los demás- me avisó antes de caminar por el pasillo por el cual habíamos venido.
Di dos golpes en la puerta esperando una respuesta y así fue.
-No hay nadie- dios, su voz me hizo estremecer y después reír.
-Entonces volveré más tarde- escuché la pequeña carcajada de Michael.
-Pasa hermosa- es más que obvio que entraría.
Entré a la habitación, las paredes eran blancas decoradas con un par de líneas azules de diferente tono.
Sentí como mi corazón se estrujó al verlo, su rostro tenía moretones y raspones, su brazo izquierdo enyesado reposaba en su estómago. Pero su sonrisa seguía siendo la perfección misma. No pude evitarlo y un par de lágrimas rodaron por mi mejilla. Me acerqué a él y tomé su mano.
-¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? ¿Necesitas algo? ¿Cómo te sientes?- pregunté con un nudo en mi garganta
-Bien, algo adolorido, a ti y bien- contesto cada una de mis preguntas sin quitar esa sonrisa. -Ven- se movió hacia un lado para hacerme un lugar en la cama, pero note su gesto de dolor.
-Amor no te muevas si te lastimas- le dije pero me ignoró y se movió.
-Ven- repitió y reí. Me acomodé con suma delicadeza a un lado de él. Señaló su pecho con su mano no lastimada. Indicándome que me recostara ahí. Pero yo temía lastimarlo. Pero ante su insistencia me recosté en su pecho escuchando el perfecto palpitar de su corazón.
-Nos diste un susto terrible- le dije abrazándolo.
-Lo siento- soltó una pequeña risa. -Fue culpa del estúpido que se pasó en rojo- levanté mi cabeza para poder verlo a los ojos.
-Te amo Mike- di un suave beso en sus labios.
-Te amo Ana- tomo mi barbilla para atraerme de nuevo a sus labios.
Estuvimos hablando por horas, le conté que ya todos se habían enterado sobre nosotros, de que Caro había roto la promesa que le había hecho a él, pero como quiera dijo que la llevaría por el helado. Le conté lo de Liam y su enojo en contra de River.
-Estoy inconsciente por unas horas y me pierdo de todo- me dijo.
-¿Unas horas?- reí. -Amor fue un día completo- se unió a mis risas.
-Ana- su rostro se puso serio de un momento a otro, no puedo mentir. Llegué a sentir un poco de temor, era extraño que la sonrisa desapareciera de esa forma de su rostro.
-¿Si?- pregunté tratando de controlar todo mi sistema nervioso.
-No quiero separarme jamás de ti- acarició mi mejilla con ternura ...
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El niñero
Teen Fiction¿Quien pensaría que el niñero que tanto odias & desprecias, se convierte en el amor de tu vida ...? Esta es la historia de Anasstasia Martinez & Michael Miller. De como todo puede dar un giro de 360° ...