-¡Hey Ana!- me saludó Max, mi ex novio. Max y yo éramos los mejores amigos junto con Alexa. Pero una tarde él creyó que la relación entre nosotros dos podía ir a más. Y lo acepté, me llevaba muy bien con él, pero nos comenzamos a distanciar y quedamos que mejor sería volver a ser los buenos amigos que éramos.
Un mes después comenzó a salir con Alejandra.
-Mi amor ya te dije que no me gusta que le hables a esta- Alejandra le susurró en el oído, mi, digámoslo así, 'Peor enemiga', fue un susurro hecho intencionalmente para que lo escuchara.
-Tú mejor que nadie sabes mi nombre- le dije fulminándola con la mirada. -Así que vuélveme a decir 'Esta' y verás como- me puse de pie pero Alexa me volvió a sentar.
-Creo que será mejor que nos vallamos- le dijo Max a Alejandra.
-Es lo mismo que yo pienso- me miró burlonamente y se fueron tomados de la mano.
-Tienes que tranquilizarte- me dijo Alexa.
-¡Alexa! es que me pone mal verla!- le dije aun asqueada. -Además tu mejor que nadie sabes que ella solo está con él porque piensa que me lastima- ambas reímos.
Ya que habíamos intentado decírselo a Max, más este nunca nos creía y prefirió seguir con su 'Barbie'.
Max es muy atractivo, cabello castaño, ojos marrones, sonrisa encantadora y con unos sentimientos hermosos pero la bruja de su novia ha ido haciendo todo lo posible por desaparecerlos, así que solo nos saluda de vez en cuando.
Entramos a las últimas clases, se pasaron rápido, entre algunos regaños para que guardara silencio y risas junto con los del salón. Digamos que soy 'algo' sociable. Y hablo con todo el salón, sólo en clase de Biología, con la única que no hablo es con la señorita ''soylamashermosadelmundo''.
-¡Es que no entiendo cómo puede estar con ella!- me dijo Alexa cuando llegamos a su casa.
-Lo sé es tan, tan ¡Hueca!- reímos y ambas bajamos del auto.
-¿Ey y tú a dónde vas?- me dijo cuando vió que le puse alarma al auto.
-Es que no tengo ganas de ir a mi casa- le dije con cara de suplica.
-¿Qué? ¿No tienes ganas de ir a ver por detrás a tu niñero?- soltó una carcajada.
-¡Eres una tonta Alexa!- le dije también soltando una sonora risa.
-Anda ven- me dijo, entramos a la casa. Ya la conocía más que bien, ya que cada dos semanas me quedaba a dormir o si no Alexa iba a mi casa.
-¡Tía!- saludé feliz a la mamá de Alexa.
-¡Como estás Ana!- me dijo mi tía de cariño.
-Muy bien- le conteste sonriente.
-Me dijo tu mamá que saldrían del país- me dijo haciendo una cara de angustia.
-Sí- le dije igual.
-Si necesitas algo Ana ya sabes que cuentas con nosotras- me abrazó.
-Sí, muchas gracias- le agradecí.
-No creo que necesite nada- rio Alexa. -Le contrataron un niñero- levantó ambas cejas rápidamente. Sólo la fulminé con la mirada. -Bueno estaremos en mi habitación- le dijo Alexa.
-Está bien- contestó y subimos a la habitación.
Nos la pasamos hablando de cosas sin sentido, sobre el colegio y cosas triviales.
-¡Y luego viste como te miró!- soltó una carcajada.
-Sí- reí junto con ella. -El día que le desfigure la cara estará contenta- pelear no era lo mío, pero Alejandra me sacaba de mis casillas, con ella es una constante lucha día a día. Y la verdad es fastidiante.
-¿Tú crees que Max se enoje contigo si le haces algo?- me preguntó intrigada.
-Pues no lo sé- le conteste indiferente. -Pero no sólo porque es su novia voy a estar soportándola-
-¡Ana son las siete de la noche!- me dijo asombrada.
-¿Qué?- pregunté igual de sorprendida.
-A alguien la van a regañar- cantó y yo solté una carcajada.
-No me importa- le dije desinteresadamente.
Aún me quedé más tiempo ya que me habían invitado a cenar, y no podía rechazar la invitación así que acepte, Salí de la casa de Alexa a las nueve de la noche.
Llegue a la casa y estacione el auto, tomé mi bolso y como si nada entré a la casa.
-¿Qué parte de a las tres en la casa no entendiste?- me dijo caminando desde la sala.
-¿Y tú que parte de no me interesa no entendiste?- le contesté y camine hacía las escaleras, para después dirigirme a mi habitación pero este en cuestión de segundos me alcanzó a mitad de las escaleras.
-Mira, déjame te explico por si no te quedó claro, tus padres me dejaron a cargo así que si te digo que a las tres, tú llegas a las tres-
-Y si no quiero ¿qué?- lo desafié mientras ambos nos eliminábamos con la mirada.
-Muy fácil- subió otro escalón para quedar en el mismo que yo, comenzó a acercarse mientras que yo retrocedía, hasta que el barandal de las escaleras me lo evitó, su cercanía era demasiada, tanto que nuestras respiraciones se mezclaban ...
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El niñero
Novela Juvenil¿Quien pensaría que el niñero que tanto odias & desprecias, se convierte en el amor de tu vida ...? Esta es la historia de Anasstasia Martinez & Michael Miller. De como todo puede dar un giro de 360° ...