Dos semanas después
-¿Y cómo vas con Michael?- preguntó Alexa divertida.
-Pues bien- contesté riendo. -Aún seguimos 'saliendo'- hice comillas con mis dedos.
-¿Aún?- dijo sorprendida.
-Sí- le contesté ahora algo cabizbaja. -Pero no hablemos de mí- dije tratando de sonreír. -¿River?- le pregunté subiendo y bajando rápidamente mis cejas.
-¡Genial!- dijo con una enorme sonrisa en su rostro. Alexa & River tenían dos semanas de que habían comenzado a salir y una de novios, me sentía muy feliz por ella, pero me hacía pensar mi situación con Michael, teníamos más de cuatro semanas de estar 'saliendo' cosa que me hacía pensar que, tal vez solo estaba conmigo para pasar el 'rato', pero ese pensamiento cambiaba por completo cuando estábamos juntos.
-¿Anastasia?- escuché que pronunciaban seguidamente mi nombre hasta que reaccioné, me había quedado pensando.
-¿Si, si, si?- dije riendo mientras sacudía ligeramente mi cabeza.
-¿Estás bien?- me preguntó alexa riendo. -Últimamente estas muy distraída-
-¿Qué? ¡Claro que no!- solté una carcajada.
-¡Oh claro que no!- dijo sarcásticamente mientras abría la puerta del copiloto de mi auto. Michael me lo había regresado después de unas cuantas 'suplicas' muy a mi estilo.
*Flashback*
-Michael- dije con la voz más tierna y delicada que pude hacer.
-¿Qué pasa?- me preguntó despegando su mirada de la televisión para voltear a verme.
-Sabes- le dije mientras hacía dibujos abstractos sobre su pecho. -Extraño mucho mi auto- lo miré suplicante.
-¿A si?- se acomodó en el sillón para envolverme mejor en sus brazos.
-Si- besé su mejilla.
-No lo sé- dijo soltando una carcajada. -Yo creo que aun no es suficiente castigo- levantó una de sus cejas para provocarme.
-¡Mike!- dije frunciendo mi ceño.
-Convénceme- me reto.
Ahora yo levanté mi delgada ceja izquierda mientras que él me miraba divertido esperando mi actuar, quité sus brazos de mí y así subir mis piernas al sillón para después ponerlas cada una a los costados de Michael así quedando yo sentada en las suyas teniéndolo de frente, comencé a repartir besos inocentes por su mejilla, barbilla, nariz y frente.
-¿Me das mis llaves?- le pregunté sonriente pero este negó con la cabeza.
Me acerqué nuevamente pero ahora con solo un punto fijo; Sus labios, con la punta de la lengua delineé el perfecto margen que los definía, después de jugar un poco con su labio inferior, acoplé nuestros labios en un apasionado beso. Se mezclaban con un prefecto compás, hasta que sin siquiera avisarle introduje mi lengua en su boca, la suya rápido fue al encuentro de la mía mientras que yo despeinaba su rizado y oscuro cabello, el acariciaba mi cintura. Poco a poco me separé de sus labios, uniendo nuestras frentes pregunte de nuevo.
-¿Ya me las das?- pero este sin siquiera abrir los ojos hizo un sonido con la garganta para decirme que no.
Reí y volví a acercarme lentamente a sus labios. Michael, conforme fue sintiendo mi cercanía entre abría los labios para así poderse acoplar perfectamente con los míos, fui alejándome de sus labios, pero solo para dejar un camino de besos por su mejilla hasta su cuello, donde la 'inocencia' de los besos se fue perdiendo, degustaba el sabor de su suave piel, mientras daba ligeras mordidas a cada uno de los pequeños lunares que se esparcían por su mejilla y cuello. Su respiración comenzaba a dificultarse, cosa que solo me incitaba a poner más esmero en mi accionar, aproveche el 'estado' en el que lo tenía y así introducir dos dedos en uno de los bolsillos de su pantalón donde justamente traía las llaves, poco a poco fui sacándolas sin que se diera cuenta pero antes de tenerlas por completo en mi poder, se dio cuenta.
-¡Hey!- dijo riendo.
-Anda regrésamelo- le volví a pedir y este finalmente cedió.
*FinFlashback*
-¡Anastasia!- volvió a reclamarme Alexa.
-¿Qué?- le contesté inocente.
-¡Ves!- me dijo riendo. -¡Te volviste a quedar en tu mundo!-
-Lo siento- reí junto con ella.
-Será mejor que te concentres o mejor me voy caminando- bromeó.
-Calla y ponte el cinturón de seguridad- le dije jugando.
Iríamos a casa de Alexa a hacer el proyecto de biología así que primero iríamos a comprar las cosas necesarias para nuestra maqueta del sistema respiratorio, y después a su casa. Compramos todo lo necesario, y después de seis horas de arduo trabajo, terminamos de definir cada uno de los órganos que participan en la respiración.
-¿Ana segura que no te quieres quedar a cenar?- insistió una vez más la madre de Alexa.
-En serio muchas gracias, pero ya es algo tarde y no he avisado que me quedaría tanto tiempo-
-Está bien, pero la próxima vez te quedas a cenar eh- me dijo abrazándome.
-Muy bien- le contesté sonriente.
-Nos vemos el lunes- le dije a alexa antes de salir.
Subí a mi auto para conducir hacia casa, en cuestión de minutos ya estaba estacionando el automóvil en frente de la casa.
Tomé mi bolso y bajé, apenas buscaba las llaves de la casa cuando la puerta se abrió.
-¡Hola!- le dije sonriente.
-Hola bonita- me contestó Michael amablemente haciéndome reír, caminé hacia él y lo abracé, gustoso aceptó mi abrazo pero después este se separó de mí -¡Ven!- me dijo aceleradamente tomando mi mano para que entrara a la casa, cerró la puerta y luego comenzó a correr escaleras arriba.
-¿Cual es la prisa Mike?- le pregunté extrañada, dejó de correr cuando llegamos a la puerta de mi habitación.
-Ponte aun más bonita, te invitaré a cenar- besó mis labios y luego me hizo entrar a mi habitación y rápidamente salió pero al parecer había olvidado algo ya que regresó. -Tomate tu tiempo, no hay prisa- me avisó, sonrió y volvió a salir.
Aún sumamente extrañada por su comportamiento, decidí obedecerlo ya que nunca lograría comprenderlo. Reí tontamente en mi interior. Abrí la llave para que las gotas de agua se fueran templando, en unos segundos ya estaba comenzando a empañarse el gran espejo del baño, retiré toda prenda de mi cuerpo para poder entrar, las gotas tibias de agua mescladas con el jabón se llevaban cualquier rastro de impureza de mi cuerpo. Michael había dicho que no había prisa, así que me tomaría mi tiempo, no tanto como para hacerlo desesperar, pero no me aceleraría ...
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El niñero
Ficțiune adolescenți¿Quien pensaría que el niñero que tanto odias & desprecias, se convierte en el amor de tu vida ...? Esta es la historia de Anasstasia Martinez & Michael Miller. De como todo puede dar un giro de 360° ...