-¿Entonces?- me preguntó Alex.
-Pues, no lo sé- le dije insegura.
-¡Vamos! ¡Sólo trata de conocerlo!- me dijo emocionada. -Harían una increíble pareja- levantó sus cejas rápidamente, ambas dejamos escapar dos sonoras carcajadas.
Pasé todo el día pensando en lo que había hablado con Alexa, y lo sucedido con Michael.
Alex tenía razón, salir huyendo no había sido mi más inteligente decisión. Así que por primera vez yo dejaría de lado mi orgullo. Esta tarde llegando a casa, hablaría con Michael. -No creo que llevarnos mejor nos haga daño- pensé.
Al fin tocó el timbre que me liberaba de esta prisión, reí tontamente por mi pensamiento.
Salimos y todo el camino a casa de Alexa, hablamos sobre cosas del colegio y otras cosas sin sentido. Entre risas llegamos.
-¡Suerte!- me dijo antes de cerrar la puerta del auto. Ambas reímos y yo partí hacia mi casa.
-¿Mike?- pregunté apenas crucé la puerta, pero no había respuesta, caminé al living y no estaba. -¿Michael?- volví a preguntar cuando entre a la sala.-
Pero me tope con una escena 'algo' incomoda.
-¿Quien es esta?- dijo despectivamente la morena desconocida, bueno, para mí desconocida, ya que Michael parecía conocerla desde hace bastante tiempo. Ya que la forma en la que, se besaban me hacía pensar eso.
-¿Esta?- solté una hipócrita carcajada. -No mi cielo, la que hace esa pregunta soy yo- cambie mi tono a uno completamente frio al igual que mi mirada. -¿Quien es esta y que hace en mi casa?- me dirige a Michael.
-Ella es mi novia- me dijo serio, algo dentro de mí se retorció. Me sentí completamente estúpida, iba a doblar mi orgullo por un idiota que me beso aun teniendo novia, y que todavía tiene el descaro de ¡traerla a MI casa! Contuve la ira y rabia que se estaba mesclando en mi interior.
-Ah, asi que tú eres la malcriada a la que mi Michael tiene que cuidar- lo abrazo como para provocarme pero al contrario solo reí.
-Michael tienes tres minutos para sacarla de aquí- lo fulmine con la mirada.
-Que crees que te tengo miedo- me dijo desafiante, pero Michael puso su brazo para evitar que se acercara a mí.
-No lo creo- ahora me acerque yo. -Lo sé- afirme. -Te quedan dos minutos- le dije mirándola fijamente.
-¿Tatiana querida, te llevo a casa?- le susurro Michael, pero ella se negó.
-No te preocupes amor yo me voy- le dijo abrazándolo por el cuello y después lo beso, aunque realmente parecía que quería comérselo.
-Un minuto- los interrumpí.
Ambos se separaron y Michael la acompaño a la puerta, camine hacia la cocina, y tome una botella de agua del refrigerador, como si nada camine hacia las escaleras, pero Michael evito que pasara
-No tenias por que tratarla asi- me reclamo evidentemente molesto.
-Y ella no tenía por qué hablarme asi- le dije, no tenía nada que reclamar ya que su noviecita era la que había comenzado.
-¿Anastassia por que no maduras?- me dijo mirándome despectivamente.
-Y tu porque no te largas- le dije molesta.
-Eso es lo que más quieres y solo por eso no lo hare- me dijo acercándose a mi.
-¡Ja! Y la inmadura y malcriada soy yo- le dije sacándole la vuelta y comencé a subir las escaleras.
-Regresa ahora- grito desde abajo.
Desde luego que lo ignore y seguí subiendo para ir a mi habitación, escuche que Michael venia también subiendo las escaleras, debido a que subía de dos en dos, de inmediato me alcanzo. Me tomo del brazo y me acorralo contra la pared.
-Te hablé, así qué obedéceme o te quedas sin auto de nuevo- me dijo sujetando mis brazos a mis costados a la altura de mis hombros.
-Suéltame ahora- le dije sin mirarlo.
-Yo te soltaré cuando quiera- me dijo victorioso.
-Michael Miller, te lo advierto, suéltame ¡ahora!- le dije amenazante, la verdad no estaba como para soportarlo.
-Sabes ya me hartaste, tú me amenazas demasiado y nunca haces nada- me dijo seguro.
-Ah, con que no hago nada- lo miré fulminante.
Levante mi rodilla, y con esta comencé a rozar delicadamente su zona 'sensible' provocando que Michael se estremeciera por completo. Mordió su labio inferior con deseo, después de apegar su torso al mío.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca baje mi rodilla, pero rápidamente volví a subirla, solo que ahora con fuerza. Le di en su entrepierna, provocando que soltara un fuerte grito de dolor mientras que se retorcía en el piso, aproveché para correr a mi habitación. Ya que Michael no estaría nada contento después de lo que le había hecho ...
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El niñero
Fiksi Remaja¿Quien pensaría que el niñero que tanto odias & desprecias, se convierte en el amor de tu vida ...? Esta es la historia de Anasstasia Martinez & Michael Miller. De como todo puede dar un giro de 360° ...