Capítulo 53

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Solamente reí por lo que me decía, me causaba tanta ternura.

-Me gusta que seas novio de Ana- me abrazó.

-Caro- quería explicarle, pero creo que sería mejor que su hermana lo hiciera. Seguí jugando con la pequeña hasta que Ana regresó a la sala.

-Caro, te busca mamá- le dijo agitando su cabello, se despidió agitando su mano y fue rumbo a la cocina.

-¿Entonces?- le pregunté.

-Dijo que si- tomó mi mano para que me pusiera de pie, así lo hice y comenzó a correr escaleras arriba sin soltarme.

*Narras Anastasia*

Subimos a mi habitación, Michael se dejó caer en la cama mientras que yo sacaba del closet un bolso para poder meter mi pijama y un cambio de ropa para el colegio.

Tomé unos jeans y una blusa, ese sería el cambio para ir al colegio y un short y una blusa de manga corta seria mi pijama y obviamente un cambio de ropa interior.

-Hey, hey, hey- me dijo Michael cuando estaba a punto de guardar mi ropa. -No-

-¿No qué?- le pregunté sin entender, se acercó a mí y sacó de mis manos el short y lo miró.

-No tienes algo mas ¿largo?- solté una carcajada.

-Pero no me queda corto- le dije aun riendo, y realmente yo no lo consideraba tan ‘corto’. Se puso de pie y caminó a mi lado.

-No te dejaré andar en ‘esto’- levantó el short. -En mi casa, con mis dos hermanos ahí- eso me explicaba todo.

-¡Michael!- alargue riendo, regresé al closet y tomé un pantalón de tela a cuadros blancos y rosas -¿Este?- le pregunté.

-Perfecto- contestó sonriente, se puso detrás de mí y me abrazó recargando su cabeza en mi hombro, yo solo cerré los ojos y disfruté del momento.

-¿Nos vamos?- susurró en mi oído y solo asentí con la cabeza, tomé el bolso que contenía mi ropa y también la de mis libros, pero Mike me las quitó y las cargo él.

Salimos de mi habitación tomados de la mano, acción que no debimos realizar.

-¡Si son novios!- afortunadamente fue Caro la que nos vio.

-Caro no- le dije y rápidamente Michael y yo nos soltamos.

-Le voy a decir a mami- cantó riendo. Ya no había problema si se enteraba, solo que si lo hacía ahorita, no me dejaría ir a casa de los Miller tan confiadamente.

-A ver déjame- me dijo Michael. -Espérame abajo ¿sí?- me pidió y con cierto fastidio bajé.

-Listo- dijo Michael bajando las escaleras.

-¿Y?- le pregunté.

-¿Sabes que ama el helado?- abrió la puerta y salimos.

-Era de imaginarse- le dije riendo, nuevamente la había ‘sobornado’ con helado.

-Me dijo que le gusta que seamos novios- rosó lentamente mi mano.

-A mí también me gusta- le dije sonriente. Subimos al auto y partimos a casa de Michael.

-¡Ana, que bueno que viniste!- me saludo Elisa.

-Sí, Michael me invitó, espero y no le moleste- le dije riendo.

-Claro que no, pasa- me dijo con su tan dulce sonrisa.

Entré siguiendo a Michael, quien fue directo a la sala donde Carlos y Liam miraban la televisión.

Al vernos entrar se pusieron de pie, solo que Liam se aproximo rápidamente a mí.

-Hola- me saludó junto con una sonrisa de lado, solo le sonreí no quería ser grosera. Carlos se acercó a este y le dio un golpe en la cabeza.

-¡Hey!- le reclamó.

-Compórtate- le dijo Carlos a Liam quien solo sostenía su mano en la zona golpeada.

-Te lo merecías- dijo Michael soltando una carcajada.

-¿Cómo estás Ana?- me saludó Carlos.

-Todo bien- le contesté sonriente. En realidad ya todo estaba bien.

-Me alegra, cuñada- esto último lo dijo en un susurro solo audible para nosotros tres. Tardé en asimilar sus palabras, hasta que por fin reaccioné. Volteé sorprendida a verlo y el solo trataba de aguantarse la risa.

-Lo siento tenía que decirlo- le dijo riendo a Michael quien solo lo fulminaba con la mirada.

-Él sabe un poquito de nosotros- me informó Michael.

-Saben, alguien más debería de saber- ladeó su cabeza para indicarnos hacia donde estaba Liam quien seguía mirando deportes en la televisión. -Claro, si no quieres que la acose- volvió a reír.

-Yo puedo hacer que deje de ‘acosarme’- les dije sonriente.

-No Ana, no lo puedes lastimar, herir y nada por el estilo- me dijo tirando a la basura mi plan. -Ya- agregó. -Pronto se enterarán solo hay que esperar el momento indicado ¿cierto?- volteó a verme.

-Cierto- le contesté.

-¿De qué tanto hablan?- preguntó Liam.

-Estamos viendo donde dormirá Ana- dijo Carlos.

-Si quieres puedes hacerlo en mi habitación- sugirió Liam.

-Liam será mejor que te calles- amenazó Michael seriamente, Liam solo soltó una carcajada  -Te quedaras en mi habitación y yo me quedaré con Carlos- solo asentí con la cabeza.

Era cerca de media noche, estábamos los cuatro en la sala, era muy divertido pasar el tiempo con ellos, en especial si Liam dejaba de lado sus ‘otras’ pretensiones conmigo.

Acomodé mi cabeza en el hombro de Michael, estaba algo cansada, además tendría que levantarme temprano para ir al colegio.

-¿Quieres irte a dormir?- me preguntó Michael, solo asentí con la cabeza.

-Será mejor que todos subamos- agregó Carlos y todos nos pusimos de pie.

Cada quien entró a su respectiva habitación, solo Michael me acompañó. Llegamos a su habitación, como era de esperarse estaba perfectamente organizada, todo lo contrario a la mía.

Entró detrás de mí y cerró la puerta, giré para verlo y estaba recargado en la puerta, con una picara sonrisa en su rostro. Reí tímidamente ante su sonrisa y mirada, se acercó lentamente y pasó sus manos por mi cintura dejándolas sobre mi estómago. Pasé mis manos sobre las suyas

-¿Me esperarás despierta?- susurró en mi oído.

-Sabes bien la respuesta- le contesté girando para verlo de frente.

-Te amo- besó mis labios para luego salir de la habitación.

Ya cambiada me recosté en la cama de Michael, el cual era el paraíso. Su delicioso aroma estaba impregnado en las almohadas, como reflejo abracé una de estas. Permanecí así por no sé cuánto tiempo, pero lo único que quería era tenerlo a mi lado ahora mismo.

Dos suaves golpes en la puerta me hicieron sonreír, me puse de pie y caminé hacia la puerta y la abrí.

-¿Liam?- dije extrañada ...

El niñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora