El día empezaba para una pequeña familia de alfa, omega y una cachorra de 4 años.
La alarma del reloj despertador sonaba con fuerza y ese molesto timbre parecía golpearlo como un mazo, otro día que iniciaba con dolor de cabeza.
El Alfa de cabellos rubios cenizos y contextura musculosa se sentó al borde de la cama, mirando a la nada, tratando de que el sueño y la pereza lo abandone.
_: Kacchan! Kacchan! Ya te levantaste?! Es tarde ¿Por qué no pones una alarma más temprano? Siempre es lo mismo- la voz del Omega del hogar ya sonaba fastidiosa.
Y es que hace ya bastante tiempo el matrimonio con su pequeño Omega se había vuelto un calvario para ambos.
Katsuki Bakugo es un Alfa dominante, a sus 37 años, es corredor de bolsas en una importante empresa y actualmente es gerente general en comerció internacional.
Aún que es un cargo alto y se puede decir que él es casi el segundo al mando, Katsuki aspira a ser el director ejecutivo de la compañía.
El actual director ya era un anciano, no estaría mucho más en ese puesto y si juaga bien sus cartas estaba seguro que conseguiría lo que deseaba.
Pero el caerle bien al dueño y director de toda la compañía era un trabajo difícil, trabajos a deshoras e incluso findes de semanas.
Y esto empezó a afectar a su matrimonio, el rubio estaba casado con un bello Omega dominante, Izuku Midoriya ellos vivían cerca de sus casas cuando eran pequeños pero luego por trabajo del padre de Izuku se habían mudado y no se volvieron a encontrar hasta la universidad.
Izuku tenía 35 años y era ejecutivo de relaciones públicas y director de su propia compañía, tenía hermosos ojos verdes y cabello rizado también verdes como esmeraldas.
Cuando Katsuki e Izuku se volvieron a encontrar fue como amor a primera vista y el hecho de que se conocían desde pequeños les dio más confianza para ir deprisa en su relación.
Salieron por un par de meses y luego fueron a vivir juntos y en cuanto Bakugo termino la universidad se casaron y fueron muy felices, los primeros años.
Fruto de esta unión ambos tenían una cachorra de 4 años llamada Sayumi, Katsuki eligió ese nombre ya que significa mi princesita y ella lo era para él.
El querer tener ese puesto de director era por y para ella, para asegurarle una vida mejor y sin preocupaciones a su pequeña, y la amaba mucho pero últimamente pasaban muy poco tiempo juntos.
_: KACCHAN!- el grito molesto del Omega lo saco de sus pensamientos y lo obligó a levantarse.
Hace un años todos las mañanas eran lo mismo, él se levantaba tarde, con dolores de cabeza o musculares y dejaba todo el trabajo de alistar a su hija y hacer el desayuno y bentō a Izuku.
Dio un par de pasos torpes para dirigirse al baño de su alcoba y empezó a toser, una tos ahogada que hacía que le duela la garganta y el pecho y que le hacía faltar el aire.
Apresuró sus pasos al lavabo del baño y escupió en el un par de veces, quedó inclinado en la bacha hasta que sintió que su respiración volvía a la normalidad.
Se dio una ducha fría para tratar de sacar lo último que le quedaba de sueño en el cuerpo, se vistió con uno de sus trajes y salió de la habitación.
En la cocina estaba Izuku ya vestido con camisa y corbata, preparando el bentō para su hija mientras está comía el desayuno en su sillita alta.
_: papi- la niña extendió sus manitos hacía el rubio- buenos días.
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The Dalmore
FanfictionCuando tú ambición te condena. Omegaverse. BakuDeku. Mundo sin cuirks. Los personajes no son míos.