The Dalmore

No la cagues

Sayumi al fin había caído rendida por el día tan largo que tuvo y aún era muy temprano para dormir, por lo que Izuku le permitió tomar una siesta.

Todos ya se habían ido, las cosas que sobraron ya se guardaron, ahora Bakugo llevaba a su hija dormida en brazos al auto de su ex.

Acomodó la pequeña en la silla para niños y cerró la puerta para hablar más tranquilo con el peliverde, no lo iba a negar estaba muy feliz de que Katsuki haya llegado aún que sea en el último minuto.

_: Te ves cansado- comentó.

_: Lo estoy, pero tenía que llegar, me matarías si no lo hacía- rio nervioso.

_: Bueno, gracias por venir- le dio una pequeña sonrisa y Bakugo sintió que su mundo se detenía.

Y solo se quedaron ahí parados, Bakugo mirando lo hermoso que era su ex y este solo mirando al piso y levantando de vez en vez la mirada.

_: Izuku el mensaje que envíe- hizo una pausa, no sabía si continuar- era verdad, te extraño mucho, demasiado- su mueca cambio a una triste.

Sus miradas chocaron con intensidad y no había nada que lo asegure al cien por ciento pero los ojos del alfa no mentían, bajo todo ese cansancio cuando hablaban, cuando le dirigía la palabra al pequeño omega, se podía ver una pequeña chispa que se encendía.

_: Bueno si eso es verdad- sabía que la mayoría lo mataría por hacer esto-  ¿quieres ir a cenar con nosotros? Digo Sayumi despertará pronto y bueno ya sabes.

_: Si me encantaría- se mordió la lengua- pero no puedo.

_: Por?- sus ojos se abrieron en sorpresa y la tristeza no tardó en llegar.

_: El trato se cerró Izuku- el contrario lo miró asombrado- los ejecutivos de Okinawa vinieron a conocer la empresa y bueno es lo último que debo hacer.

El pecoso no salía de su asombro ¿era esto verdad? ¿Y ahora como debía seguir?

_: Felicidades!- le dijo muy emocionado y tuvo que detenerse para no saltar y abrazarlo.

Bakugo por supuesto que notó eso y el brillo en los ojos del pecoso, así que aprovecho y se acercó un poco más.

_: La verdad estoy muy feliz por ti y... - se trago sus palabras cuando vio lo cerca que estaba el alfa de él pero no lo alejó.

Solo con esa pequeña cercanía se podía sentir en el aire la atracción de los dos. Bakugo bajo la cabeza para acercarse más al rostro del otro y como Izuku no lo detenía acomodó su cabeza para besarlo.

Estaban apunto de unir sus labios cuando el celular del rubio empezó a sonar y rompió el momento.
El peliverde se dio una cachetada mental por ser tan débil y cuando estaba por separarse del mayor para salir huyendo este lo detuvo.

_: Te lo juro Deku, esto es lo último- sus palabras eran firmes e Izuku solo pudo asentir.

De mala gana Katsuki contestó el teléfono y la tan irritante voz de su jefe llamándolo fue lo que escucho. Solo le dijo que si a todo lo que el hombre al otro lado de la línea decía.

No se había dado cuenta de que mientras hablaba aún tenía sujeto a su ex esposo de la mano y este solo se dejaba.

_: De... Izuku de verdad que esto se terminará en poco tiempo por favor, por favor, déjame mostrarte que estoy arrepentido.

El omega solo lo miraba y pensaba en lo mucho que extrañaba a su esposo y aunque solo fue un gesto, uno muy pequeño y que era su obligación por cierto, él veía que el rubio de verdad quería arreglar las cosas así que decidió probarlo.