Solo Nosotros

382 52 17
                                    

_: Deku...

Por más que Katsuki intento contenerse por miedo a que quizás el peliverde haya vuelto ebrio los labios de este eran un manjar para él.

Mordía ligeramente los labios del contrario y pasaba lentamente su lengua por ellos, saboreando cada centímetro de esa boca que no pensó volver aprobar.

Lentamente Izuku se posicionó a horcajadas sobre Katsuki y cuando estaba apunto de sacarse su camisa este lo detuvo.

_: espera Deku, esto.

_: yo lo quiero- sus miradas se conectaron, ambos lo querían, lo necesitaban- Kirishima me contó.

Bakugo se incorporó con Deku aún sobre él, sus ojos reflejaban el miedo y la vergüenza que sentía en esos momentos pero antes de que pueda decir nada el peliverde tomo su cara entre sus manos.

_: lo sé, no tienes que decirlo y la verdad no me importa, no importa que tan lejos lleguemos hoy yo solo... Necesito sentirte Kacchan.

_: pero.

_: no pienses en eso y solo besame tonto.

Una vez más sus bocas se encontraron pero está vez en un beso más profundo, las lenguas de ambos no tardaron en entrar en una batalla por quién dominaba a quién.

Izuku sabía del pequeño problema del rubio pero ahora ya había pasado bastante tiempo y en parte sabía que con él eso no pasaría. El tenía muchas formas de provocar a su alfa.

Entre besos y pequeñas caricias, mientras que la ropa se iba lentamente, el pecoso dejaba salir su aroma por toda la habitación, pronto todo estaba impregnado de olor a deseo y estaba funcionando.

Bakugo estaba haciendo su mejor esfuerzo por ir despacio y así darse tiempo a si mismo para reaccionar pero el dulce olor de Izuku lo enloquecía y hacia que soltará pequeños gruñidos por la exitación.

Al notar que el rubio se contenía Izuku decidió ser más atrevido, primero atacó el cuello del contrario con besos y pequeñas mordidas, luego dió una lamida larga desde el cuello hasta uno de los pezones.

Katsuki soltó un gemido de placer desde el fondo de su pecho e instintivamente dió una pequeña embestida al pecoso, esto no paso desapercibido por este ya que decidió ir por el otro botón rosa y masajear con sus dedos el que soltó.

Volvió a subir por un camino de besos húmedos a la boca del alfa y se acomodo más sobre este, las manos del contrario ya no podían estar quietas, recorrían la espalda del más bajo con ansias y llegaba hasta su tracero y lo apretaba.

Apretar el culo de Deku era un placer como ningún otro, era su juguete antiestres favorito y lo mejor era escuchar los pequeños gemidos que soltaba el peliverde cuando hacía eso.

Con algo de cuidado para no sobresaltar al rubio, Deku saco lo último de ropa que había entre ellos dos y como si fuera un adolescente al momento en que el bóxer voló Bakugo cerró sus piernas.

_: no podemos hacer nada si haces eso- de nuevo tocaba relajar al alfa con besos y toques gentiles, poco a poco Izuku fue abriéndole las piernas- je sabía que esto pasaría.

Bakugo estaba algo perplejo, Deku estaba con una sonrisa socarrona en sus labios y no dejaba de alternar su vista entre sus ojos y su pene.

Y como si este tuviera un remedio mágico en sus besos, hizo que el alfa tenga una gran erección de la cual él no fue consiente hasta que se la vio con sus propios ojos.

Ahora que sabía que su amigo no le iba a fallar el rubio no se contuvo más, con un rápido movimiento empujó al contrario y se puso sobre él, le abrió las piernas y empezó a besas y morder el lado interno de sus muslos.

The DalmoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora