Al día siguiente en su nuevo trabajo, al alfa lo asignaron como supervisor de un departamento y encargado de un proyecto nuevo a pesar de haber sido contratado apenas ayer.
No le molestaba ser una especie de jefe lo que lo ponía nervioso era que le tocó un grupo de ingresantes, muchachos de no más de 25 años en su primer trabajo oficial.
Eran entusiastas pero al ser nuevos cometían errores bastante básicos, que alguien de la trayectoria de Bakugo le parecían hasta tontos.
En parte también era su culpa, porque les deba órdenes sin explicarles bien como resolver lo que les pedía, entonces todo se hacía pero más lento cuando los jóvenes tenían que rehacer las tareas asignadas pero esta vez si con instrucciones dadas.
Los días se le fueron volando al alfa y cada vez que pasaba hacía el área de descanso para comer era lo mismo.
Tenía que pasar por el sector de fumadores y el olor al tabaco quemándose en esos pequeños cilindros lo enloquecía.Quería fumar, sentía el olor al cigarro incluso desde su escritorio o cuando alguien que fumaba se acercaba a él sentía el olor en la ropa y lo tentaba.
También estaba el hecho de que en las reuniones que tenía habían compañeros de trabajo que bebían y el solo podía tomar agua o té, el café era algo permitido solo por la mañana.
Lo peor llegó el viernes, se había levantado con dolor de cabeza y no pudo librarse de Kirishima, había podido evitar el salir a correr un par de días de la semana alegando cansancio pero hoy ya no pudo.
_: corre Bakugo, si no eres estricto contigo mismo nunca podrás tener una rutina.
El rubio había contactado con varias agencias de alquiler pero ninguna le respondió aún, así que seguía viviendo con su amigo, al llegar al trabajo su dolor de cabeza no hizo más que empeorar y aún que tomo analgésicos aún no hacían efecto.
En el trabajo había muchos nuevos contratos llegando y todavía había una pila de ellos, que Bakugo tenía que revisar, y no podía delegar esa parte del trabajo a los demás, eran muy inexpertos para ello.
_: Bakugo San ¿Ya tiene el contrato de Osaka?
En su nuevo trabajo no tenía una oficina propia, estaba en un escritorio en el centro de su equipo y cualquiera podía acercarse y pedirle cosas, era raro para él y aún no estaba acostumbrado a las interrupciones. Suspiro cansado y le contesto a su subordinado.
_: todavía no los revise.
_: eh esto señor, es que- el chico se veía nervioso- ese contrato era para hoy.
_: QUÉ?! No era para la próxima semana?!
_: N no, no señor era para hoy.
_: Y porque no me lo dijiste antes! PORQUE NADIE AQUÍ ME LO RECORDO- Bakugo había pegado un grito que hizo temblar a todos los de su equipo, más al joven que estaba parado enfrente de él.
_: Y y está la junta también.
_: Que junta!
_: La de los inversores de Osaka- decía el chico casi en las lágrimas, el rubio estaba por matarlo ahí mismo.
_: Y cuando es esa dichosa junta?- se mordía la mejilla para tratar de contenerse y no mandar a todos esos inoperantes a la mierda.
_: b bueno ya- el chico cerro con fuerza sus ojos esperando los insultos de si vida pero nunca llegaron.
Bakugo junto todo lo que necesitaba y revolvió los papeles del escritorio hasta que encontró el dichoso contrato, maldecía entre dientes, cuando tuvo todo salió del lugar no sin antes empujar con odio su silla.
ESTÁS LEYENDO
The Dalmore
FanfictionCuando tú ambición te condena. Omegaverse. BakuDeku. Mundo sin cuirks. Los personajes no son míos.