Felicidades

328 50 15
                                    

Hoy era un día especial para Bakugo se levantó temprano y fue al comedor con una sonrisa en su rostro, algo raro en él, aún que hay que admitir que el rubio luego de sus ataques de abstinencia se convirtió en otra persona.

Se levantaba con mejor humor, no protestaba tanto por la comida, hacía todos sus talleres e incluso usaba el gimnasio del lugar antes de que la mayoría despertara.

Y con los demás internos también cambio mucho, hablaba con todos de forma cortes, no de temas muy profundos pero ya era un gran avance, había momentos en los que seguía prefiriendo estar solo pero ya lo podía comunicar abiertamente.

Había aprendido en terapia a lidiar con sus arranques de ira y ser más consiente cuando sus feromonas salían y ahora llevaba un diario o algo así, más bien era un bulletjournal.

El alfa jamás pensó que él haría algo así pero descubrió lo mucho que escribir le ayudaba y tener todo por escrito lo bajaba bastante a la realidad y disminuía su ansiedad.

Tomo un desayuno ligero y fue a correr, las instalaciones tenían un gran predio para hacer senderismo y correr y Bakugo lo había estado aprovechando, en lo más alto de una pequeña colina ya casi en los límites del lugar se podía ver parte de la ciudad.

El alfa corría hasta allí y se solía quedarse unos minutos, disfrutaba de la vista y se permitía extrañar, alguna que otra vez se le cayeron un par de lágrimas cuando pensaba en Deku y su hija.

Hoy también estaba ahí, sentado en el césped dejando que la suave brisa lo alivie un poco del calor y mirando fijo a la ciudad, era evidente su melancolía pero no dejaba que eso lo distraiga de lo que pasaría hoy.

Hoy podría salir, no solo obviamente, Tetsutetsu iría con él pero saldría al fin, había avisado a Deku y los vería hoy en el departamento del pecoso.

Con esa idea que lo animaba a seguir se paró y volvió al centro, tomo una ducha y agarró unos sobres que había preparado, al salir de su habitación su acompañante terapéutico ya lo estaba esperando con una gran sonrisa listo para irse.

En el departamento de Izuku había mucha gente, sus ex suegros, su madre, el mejor amigo de Katsuki, su secretaria,  Denki y Uraraka que le estaban haciendo de apoyo emocional a él.

Mientras su madre y su ex suegra estaban en la cocina haciendo bocadillos y Masaru estaba con su nieta, el pelirrojo estaba subiendo a Denki a sus hombros para que esté colgará unos adornos.

_: ¿Crees que esto sea una buena idea Kiri? A Kacchan no le suelen gustar estas cosas.

_: Lo llamas Kacchan de nuevo?- dijo la castaña sorprendida pero fue ignorada olímpicamente por su amigo.

_: Tranquilo Izuku, Bakugo ha cambiado, todo saldrá bien.

_: Si además Sayumi está muy emocionada haciendo el cartel de bienvenida Izu- dijo el rubio muy animado.

_: Mmm es que no se.

_: Te ha estado llamando en éstos últimos días no? Eso ya es muestra de su cambio.

_: Es verdad que cada día llama sin falta pero habla más con Sayumi, yo solo lo saludo y le digo como estoy y ya.

_: Bueno es que debe ser duro estar lejos de su princesa pero tranquilo esto le encantara.

_: Mami mami! Cuelga esto rápido rápido rápido!- la niña de ojos verdes llegó corriendo a la sala con un cartel que decía "te extrañe mucho papá" y su abuelo detrás de ella traía más carteles con frases parecidas y dibujos.

Izuku no podía decirle que no, se veía tan feliz y emocionada que decidió guardarse sus preocupaciones y tratar de centrarse en decorar como el resto estaba haciendo.

The DalmoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora