The Dalmore

Me llamara

El resto del domingo Bakugo solo se dedicó a dormir, estaba agradecido por eso, amaba a su hija pero sus dolores corporales y todo el estrés que pasó con Deku lo tenía destruido.

Cerca de las cinco de la tarde el alfa volvía en si, estaba acostado en la cama mirando el techo y pensando en todo lo que salió mal. 

Tendría que tener más cuidado cuando está con Sayumi, se incorporó un poco y tosió pero al menos está vez solo fue un par de veces.

El resto del día se dedicó a adelantar trabajos y meditar sobre el contrato que le mando el director de la compañía, no decía nada muy específico de que papel cumpliría él, pero al tratarse de una exportación que salía desde el puerto de Okinawa algo le decía que tendría que viajar más hacia allá.

La semana empezó como siempre, los días eran iguales para Bakugo, levantarse, beber café negro, ir a trabajar tomar whisky y fumar.

Almorzar comida rápida o onigiris del combini, tomar whisky y fumar, volver a la oficina y tomar aún más whisky, pelear con algún idiota que no cumplía bien su trabajo, beber whisky.

Sin darse cuenta la semana se había ido y el director no lo había llamado y esto ponía nervioso al rubio y cuando Bakugo estaba nervioso solo sabía hacer dos cosas.

Eran ya casi las seis de la tarde del viernes, Nejire acababa de irse y solo estaba él en su oficina mirando por la enorme ventana repitiéndose así mismo "me llamara, siempre lo hace".

Al mirar a la calle vio a algunas familias que iban y venían y pensó en su hija, ¿Estará esperándole? Solo había llamado el miércoles a Izuku para preguntar por Sayumi y hablarle y luego de eso no hizo más ningún contacto con su familia.

Se bebió lo que queda en su vaso y decidió irse ya, pasaría por el departamento de Izuku y se llevaría a Sayumi con él.

Pero justo al salir de la oficina el alfa se topo con alguien que detestaba.

_: Que bueno que aún estás- le sonrió- el jefe nos llama a ambos ¿Vamos?

Al salir, enfrente de su puerta estaba un beta que Katsuki odia, no solo por ser su competencia directa, sino por ser un idiota metiche.

Dabi un hombre de aspecto afilado, cabello negro y unas perforaciones en las orejas y en la nariz había llegado hace muy poco a la compañía, solo tenía 28 años, y sin embargo estaba compitiendo cabeza a cabeza con el rubio.

Y eso era lo que más molestaba a Bakugo, que sea malditamente joven y este en un puesto de gerente como él, además de ser un simple beta, sencillamente no había explicación para su ascenso acelerado.

Ambos fueron al ascensor para subir al último piso donde estaba la oficina del director, ocupaba todo ese piso.

_: Así que tienes problemas con la familia?- tan molesto como siempre.

_:....

_: Ya veo, silencio- era tan fácil fastidiar a ese alfa- el silencio confirma muchas cosas.

_: No te metas en mis putos asuntos roñoso- le gruño.

_: Ja toda la oficina habla de tí- Bakugo se giró y miro enojado- muchos dicen que tú ex esposo es un omega hermoso, lastima que nunca lo vi por aquí, tal vez yo...

_: Que dices maldito?- tenía todas las intenciones de golpearlo pero el ascensor justo se abrió y el hombre beta solo se burló discreto del él.

_: Ahí están mis muchachos- el director los saludaba animadamente.

_: Que bueno que a todos nos gusta trabajar ¿No señor?- ya había entrado y el alfa no tuvo más opción que seguirlo.

_: Es por eso justamente que solo puedo confiar en ustedes- les indico que tomen asiento enfrente del escritorio- pudieron leer el documento que mande el fin de semana, seguramente si, bien la cosa es que una compañía de exportación internacional está por abrir en Okinawa y necesita inversores.