Los años nunca vienen solos

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Eran ya las siete de la tarde, no queda ni un alma en la empresa y Bakugo estaba en una guerra consigo mismo.

Podía quedarse a trabajar y adelantar contratos y que Izuku lo regañe por no ir a cenar con sus padres o ir a cenar y que Izuku lo regañe por tener mala cara y no participar.

De cualquier forma el pecoso le gritaría, maldito Deku, antes le decía así de forma cariñoso ahora solo era despectivo.

Se sirvió un último vaso de whisky y salió, entre que le griten unos momentos a qué lo regañe mínimo dos día, la mejor opción era ir a cenar.

Subió al auto y condujo sin prisa por llegar a la casa. Había comprado una hermosa recidencia nueva en un barrio semi privado pero ahora que por fin iba con un poco de calma se dió cuenta que la casa si quedaba lejos de la ciudad.

Eso era lo que Deku más le reclamaba que le llevaba mucho tiempo ir de la casa al jardín, luego al trabajo, luego al súper y así.

Pero era un mal agradecido egoísta ¿qué solo su dinero valía? Porsupuesto que no, estaba lejos pero las seguridad que había en el barrio le daba mucha tranquilidad, más por su hija.

Que se levanté más temprano sino llega a su puta oficina, él llegaba unos 15 o 20 minutos tarde también y no hacía un lío por eso.

Y otra cosa buena de la nueva casa era el espacio, era grande, podía tener su propio estudio y un par de habitaciones extras para ir a dormir.

Ya saben cuánto Izuku y él peleaban y el pecoso no quería dormir en la misma habitación, en la anterior casa uno de los dos siempre terminaba durmiendo con Sayumi. 

Llegó a la casa y en la entrada pudo ver el auto de sus padres, mierda, de seguro su madre encontraría como molestarlo y tampoco podria beber agusto porque Izuku lo estaría vijilando.

Era mejor terminar con el show rápido así podría bañarse y ver si adelanta algo de su trabajo. En cuanto abrió la puerta de la casa la primera en ir a saludarlo fue su princesa.

_: papi! Viniste viniste viniste!

_: que? Claro que vine princesa- la alzó por encima de su cabeza y luego la bajo para llenarla de besos.

_: mami me dijo que tal vez no venías

_: hmp tú mami se equivocó- frotó su cara con la de su hija y le dejo su olor a alfa característico.

Bakugo fue está la sala con su hija y ahí estaban todos, sus padres que también trajeron a la madre de Izuku, todos tomando café.

_: hola- saludo en general a todos.

_: Kacchan que bueno que llegaste

_: hmp

_: ah mi hijo siempre tan comunicativo- dijo una mujer alfa muy parecida a él.

_: como están viejos? Inko?

Y así empezaron a charlar, nada del otro mundo, ¿Cómo estaban?, ¿Qué tal el trabajo? Y todo iba bien hasta que su madre tenía que preguntar eso.

_: y cuando planean darle a Sayumi un hermanito?

_: ah ah jaja no creo que vayamos a tener otro- el pecoso reía nervioso.

_: por qué no? Izuku siempre quisiste una familia grande- genial ahora Inko se sumó.

_: es que trabajamos mucho y ya con Sayumi tenemos las manos llenas- trataba de sonar convincente.

Si bien había rumores entre sus amigos y conocidos de que su matrimonio estaba mal sus padres no sabían nada y que no lo sepan era lo mejor.

_: no me digas que mi hijo no te complace pequeño Izuku?- la mujer se estaba burlando de él.

The DalmoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora