Me gusta

343 54 12
                                    

Izuku estaba acostado con Sayumi quien dormía profundamente, su cama estaba llena de dibujos y peluches. La niña se había emocionado tanto con la visita de su padre que fue casi imposible hacerla dormir.

Fue un día de no creer para el pecoso, Kacchan llorando y agradeciendo a todos en especial a él, esto debía ser un sueño. Eso le hizo recordar de la carta que le dio su ex, con cuidado salió de la cama y fue a la sala con la carta en mano, quería ver qué decía.

Izuku esto es muy difícil para mí decirlo con palabras así que te escribo esta carta.
Fui un idiota, el más grande, una basura y el mayor ciego del mundo por no ver lo que tenía. Has estado conmigo desde siempre y yo no te supe valorar, perdón perdón perdón perdón por eso y tantas cosas más.
La palabra perdón se me queda muy chica y desearía cortarme la mano cada vez que recuerdo que te la levanté, fui un asco como padre y pensaba que Sayumi solo me amaría por serlo y ya, pero ahora entendí que no es así.
Si me lo permites quiero estar con ustedes, quiero verla crecer y cumplir sus metas, quiero verla sonreír cada día y estar en las noches para cuidar de su sueños.
Y a ti, bueno tal vez no lo creas pero yo aún te amo y no creo que exista algo o alguien que me haga sentir diferente, eres mi mejor amigo, mi cómplice, mi confidente, estuviste cuando no me aguantaba ni yo.
Se que te perdí Izuku y que posiblemente nunca vuelva a ser como antes pero si me das la oportunidad no será como antes, será mejor, mucho mejor porque ahora veo lo valioso que eres.
Eres inteligente, valiente, hermoso y el mejor y más dedicado padre que cualquiera en este mundo y te mereces todo lo mejor, no tengo todo para darte y quizás ahora tenga menos incluso pero si me dejas te daré mi corazón entero y juro que cada día me esforzaré al máximo para verte sonreír. Te amo Deku y eso es algo que no va a cambiar y de nuevo perdón por ser el idiota más grande del mundo. 

Kacchan

No será la carta más romántica y mejor redactada del mundo pero para Izuku ese pedazo de papel era invaluable, porque en el Bakugo admitía todos sus errores y dejaba más que claro que deseaba cambiar para mejor.

Y sobre todo, le dejaba muy en claro que aún lo amaba, se abrazo a esas hojas y lloro, pero estás eran lágrimas de felicidad, felicidad porque Kacchan no solo quería cambiar sino que lo estaba haciendo, felicidad porque le estaba dando su lugar y reconociendo y sobre todo felicidad porque aún quedaba amor entre ellos dos.

Porque el amor es una sentimiento complicado y el verdadero amor no se extingue, solo va evolucionando, cuando Bakugo estuvo en su peor momento y era un infierno vivir con él, Izuku no dejaba de preocuparse y le dolía ver a su esposo hundirse más y más.

Cuando se separaron, cuando se desaparecía días y días mientras estaba en Okinawa de igual forma siempre estaba presente en su cabeza. ¿Estará bien? ¿Habrá comido? ¿Piensa en mí?

Eso es porque nunca dejó de amarlo y saber que el alfa también lo amaba aún le hizo sentir un calor reconfortante en el corazón que hace mucho no experimentaba.

Tomo la carta y la doblo muy bien, se seco las lágrimas y se dispuso ir a dormir, ya lo había decidido, iría despacio con Kacchan y viendo que realmente haya cambiado y poco a poco lo dejaría entrar en sus vidas de nuevo.

Porque no importa lo que muchos le dijeran, Kacchan le gustaba y lo amaba y lo quería cerca porque nada le hacía más feliz que tener a su Kacchan cerca.

Las semanas pasaban y el alfa no consiguió permiso para salir pero en el día de visitas su familia fue al centro y era todo un show ver a Bakugo tan emocionado por mostrarle a su hija y ex esposo todo.

The DalmoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora