The Dalmore

Nos vemos

Luego de que salieron del hospital Bakugo intento muchas veces llamar a Izuku pero este nunca le contesto.

Lo bueno era que tampoco hubo ninguna llamada del abogado del pecoso, porque después de lo que pasó en el jardín ambos alfas estaban convencidos de que Izuku pediría la custodia completa de Sayumi, Kirishima ya estaba preparando todo un discurso para defender a su amigo ante el juez.

Pero nada paso y nada pasaba, era como si la tierra se hubiera comido al pequeño omega, no atendía las llamadas, no estaba en su casa y tampoco sabían dónde fue.

"Necesita un tiempo lejos de todos"  fue lo único que dijo Denki a todos cuando preguntaron, maldito mocoso el sabía dónde estaba Deku pero no iba a decir ni una palabra, ni siquiera al cadáver le dijo.

La semana paso y el momento de que Bakugo ingresé a la clínica de rehabilitación había llegado, como era de esperarse Kiri fue quién lo llevo hasta el lugar.

El centro estaba lejos de la ciudad, ya todo el paisaje era más rural, con pocas casas y mucho más verde, parecía un bonito lugar, una hermosa finca de campo.

_: El aire fresco te sentará bien hermano, cambia ya esa cara.

Cómo siempre el pelirrojo estaba tratando de animar a su amigo, ya habían llegado, pero aún no era la hora que le asignaron a Bakugo así que esperaban recostados en el auto frente al lugar.

Con su bolso a un lado, lejos de la ciudad y el ruido que siempre acallaba sus pensamientos y sin saber nada de Deku el alfa no podía estar ni un poco tranquilo.

Además sabía que esto era lo mejor, sabía que tenía que hacerlo pero no quería, tenía miedo del fracaso y de ver quién era el en realidad, había vivido tanto tiempo solo pensando en el trabajo que ya no sabía si él era algo más que un empleado.

Solo se escuchaba la brisa pasar por las ramas de los frondosos árboles, había llegado la hora de despedirse, Kirishima le decía muchas palabras de aliento y que ni bien lo autorizaran tener visitas el vendría, pero al rubio nada le importaba.

_: Bueno creo que debes irte, te deben estar esperando- solo le daba una sonrisa triste a su amigo.

_: Si gracias, si sabes algo de ellos.

_: No te preocupes, yo los cuido.

No tenía fuerzas ni para responder así que solo asintió y fue hacia la entrada, llegó a dar un par de pasos y un ruido de motor lo detuvo, él conocía ese sonido.

Llegando bastante rápido al lugar estaba el auto del peliverde, ambos amigos se miraron sorprendidos, Kirishima había intentado llamarlo sin éxito, no se explicaban cómo los encontró.

Izuku paro el auto y bajo con dos vasos de cafés, Bakugo estaba en shock no podía ni sonreír, un montón de sentimientos lo golpeaban con fuerza, también la vergüenza, mucha por su comportamiento.

_: Hola Kacchan ¿Tomamos un café?

_: S si.

Izuku solo miro al pelirrojo y este supo que todo estaría bien así que solo lo saludo con la mano y se fue, dejándole más privacidad a esos dos.

Sentados en las escaleras del centro de rehabilitación, con los vasos en medio y sin poder mirarse, nadie decía nada y el alfa solo movía nervioso su pierna y se tensaba cada vez que sentía que el pecoso lo miraba.

_: Saque a Sayumi del jardín.

_:¿Qué? Ay no, fue por mi culpa? Lo siento yo.

_: No fue por ti- hizo una pequeña pausa y el rubio sentía que le iba a explotar el corazón- ella me contó todo y la verdad no podía dejarla ahí- dio un gran suspiro antes de seguir hablando- además todos dijeron un montón de idioteces cuando te desmayaste y querían hacerme pensar que la culpa la tenía nuestra hija ¿Puedes creerlo?