SOS, estudiante [Primera parte]

Capítulo cuarenta y seis: Loi de vie

Miss Gina's pov

Aún recuerdo aquella mañana del 12 de Noviembre... amaneció con más viento de lo normal, no recordaba una mañana tan ventosa aquí.

- ¡Terremot-. Me levanté asustada al escuchar como retumbaban mis ventanas... pero mi sorpresa fue mayor al notar como todo seguía en su lugar y no se trataba de ningún temblor. - ¿Qué? ¿Tan fuerte está el viento?. Me pregunté a mí misma y revisé mi teléfono, en la aplicación que mostraba el clima habían unos 17 °C y vientos de 32 km/h, ahora todo tenia sentido. - Ah... hace tanto tiempo.

Y le tenía miedo a los temblores, demasiado miedo desde que ocurrió lo de aquel 15 de Agosto... aún me sorprendía como en 3 días ya se cumplirían 3 meses desde aquel catastrófico terremoto que nos azotó en plena clase... esos recuerdos jamás se borrarían de mi memoria, y mucho menos los que tenía de la ciudad prácticamente destruida algunos días después.

- Paz y bien Violetta.

- Paz y bien Gina, adelante. Me dijo abriendo la reja que dividía la rotonda y el patio de honor por el lado de coordinación de primaria.

- Eh... gracias, antes que nada quería justificar mi falta a clases ayer.

- Sí, justo te iba a cuestionar por lo mismo, bueno, te escucho.

- Tuve una emergencia en casa... tuve que llevar a mi perro al veterinario.

- Mmm, de acuerdo.

- ¿De verdad no hay ningún problema?.

- Solo trata de que no vuelva a pasar por favor.

- Sí, lo prometo.

- Bien.

Seguí caminando un rato hasta que llegué a la sala de profesores, allí dejé mis cosas y me puse a esperar que avisaran el inicio de la oración de la mañana.

- Muy buenos días a todos, paz y bien, ya estamos empezando con la animación así que les pedimos cordialmente que se acerquen a patio de honor para ya poder iniciar con la oración de la mañana, a su vez le pedimos a los profesores que ningún alumno se quede adentro del aula a menos de que tengan una justificación para no salir de ésta, gracias por su comprensión.

A veces parecía que Violetta se había olvidado por completo de que en casi un mes terminarían mis servicios aquí, pues incluso cuando me la cruzaba por los pasillos me saludaba de lo más normal, como si no hubiera sido la responsable de mi futura salida de la institución y de la salida de Renzo también hace meses... son cosas que jamás voy a entender de Violetta, ¿Por que?.

- ... en el nombre del padre, del hijo, del espíritu santo, amén, que tengan un día bendecido por el señor de parte del 5to "B" de primaria, paz y bien.

- Agradecemos al 5to grado "B" de primaria por preparar la oración de la mañana y por los víveres entregados que ya nos encargaremos de donar a Puerto Ocopa, y bien, queridos estudiantes, docentes, personal administrativo y personal de apoyo, nada más recordarles venir abrigados, últimamente está corriendo algo de viento en la capital y hay que evitar las enfermedades, ¿Les parece?.

- Sí, miss Violetta.

- Perfecto, entonces ya está dicho todo, nos vemos luego, tengan un maravilloso día.

Pero al final... el día seguía y nada iba a cambiar...  y si es que cambiaba, iba a tener que realizar un sacrificio, el cual no haría jamás.

Durante las primeras 2 horas, me quedé en la sala de profesores, pues no tenía ningún salón al cual enseñar... la hora de refrigerio me vino bien ya que no desayuné nada y solo salí corriendo hacia el colegio... terminó ésta e inmediatamente me dirigí al 6to "B" de primaria para poder dictar la clase que me tocaba.