Capítulo veinte: Inesperado

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¿La vida? La vida que todos conocían cambió desde esa tarde, aún lo recuerdan como si fuera ayer, haya o no haya sido coincidencia de que eso haya pasado así, nadie podía negar que no ayudó en algo, aunque sea en lo más mínimo, un encierro te puede cambiar, hacer reflexionar, y eso pasó para todos, bueno, para la mayoría.


Miss Violetta's pov


Noche del 28 de Abril de 2019, la vida había cambiado por completo, ¿Cómo era posible que ahora los días pasaran cortos y las noches largas? Más aun si se trata de esta, sería la última noche que no tenga la verdad en mis manos.


(Llamada entre la madre subdirectora y miss Violetta)


- Paz y bien madre subdirectora.

- Violetta, un gusto saber de ti.

- Este 30 volverán los estudiantes ¿Cómo van los preparativos?.

- Bien, bastante bien, las aulas pasaron la inspección y les fue de maravilla.

- Eso es perfecto.

- Sí... pero sé que no es solo por eso por lo que llamabas.

- ¿Qué?.

- Sí, puedo sentirlo, quisiera que me cuentes ahora mismo.

- Eh... pero, pero, ¿Cómo puede saber usted eso?.

- Yo lo sé todo querida, te conozco más de lo que tú te conoces.

- ...

- Adelante.

- Mañana, mañana tendremos la verdad en nuestras manos.

- ¿Cómo dice?.

- Así como escucha, me pidió la investigación antes de fin del primer bimestre y aquí se la estoy entregando.

- Eso es maravilloso, cumplió con mis expectativas, me agrada.

- Sin embargo hay un problema.

- Seguro, dígame.

- El técnico me avisó de que solo pudo quitar un poco la franja verde que aparecía, por lo que solo podremos ver a uno de los culpables, me dijo que sí se puede reconocer y hasta le subió la calidad.

- Hmm, bueno... yo le pedí sobre los dos pero, al menos tenemos a uno, ¿Y ya qué? El o la otra se salvará.

- Al parecer sí, bueno, entonces nos vemos el Jueves cuando le enseñe la cinta.

- Por supuesto, a primera hora te acercas a mi oficina.

- Bien, gracias, hasta luego.

- Paz y bien, cuídate.


(Fin de la llamada)


Después de todo, aún ignoraba quien podría ser, es que no tenía más alternativas. O era Renzo o era Miguel pero si Miguel faltó y Renzo juró por Dios, confiaba ciegamente en su palabra.


- Si esto es falso... no volveré a creer en nadie nunca más. Dije mirando la revista, ésta ya no estaba llena de polvo, todo lo contrario, estaba limpia, las páginas tenían algunas manchas de lo que parecía ser vino tinto, pero eran casi nulas.


Y mientras pasaba las páginas de la revista, pude escuchar como un rayo impactó cerca a mi casa, me sacó de mi ensimismamiento e inmediatamente supe que la noche recién había comenzado, pues sí, ya se me hacia costumbre que los días fueran nublados y que la noche sea de tormenta, afortunadamente aún tenía cable y pude ver un poco de las noticias.


SOS, estudiante [Primera parte]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora