Capítulo cincuenta: Hasta el último segundo

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Martes 10 de Diciembre del 2019, despejado, claro y soleado eran las palabras que describían aquella mañana en Lima, cada vez más cerca del fin de clases, pero a su vez, más cerca de la última etapa que tanto ansiaban terminar.


(Subdirectora) Madre Gloria's pov


9:10 de la mañana, la oración en el patio de honor ya se había acabado y los alumnos estaban resolviendo sus exámenes mientras yo hablaba con madre María Antonieta, más que nada de los preparativos para el próximo año.


- Tal vez podríamos renovar ese cartel, está viejo ya ¿No?.

- ¿Ah? Ah, sí, sí, sí.

- Gloria. Me llamó. - ¡Gloria!.

- ¡Ah!. Grité asustada. - Lo siento.

- ¿Qué sucede Gloria?.

- No, nada, es solo que estaba viendo algunos videos acá de la enfermedad esa que se ha creado en China, los hospitales aquí se ven... wow, impactante.

- Tranquila Gloria, esa enfermedad no va a llegar a Perú.

- ¿Cómo puede estar tan segura?.

- ¿En qué ciudad de China es la enfermedad esa?.

- Wuhan.

- Mmm, ya, mira, esto es simple. Dijo abriendo Google en su computadora y comenzando a escribir. - ¿Cuántos... kilómetros... hay... desde... Wuhan... a Lima?. Murmuró lentamente mientras apretaba las teclas del teclado de su computadora y finalmente con un último click, me contestó. - 17.634 kilómetros, Gloria... es más fácil que el papa Francisco venga a la institución a que este virus llegue.

- Están diciendo que es mortal, más que nada para personas de nuestra edad y que es una gripe extremadamente fuerte.

- Tranquila, ya vamos a terminar el año escolar, no pensemos en el... ¿Cómo decías que se llamaba?.

- Covid-19 o coronavirus.

- Ya, eso, no te preocupes por el coronavirus, preocúpate por lo qué haremos en el próximo año para la bienvenida.

- Creo que la idea de cambiar el cartel es buena.

- Sí... bueno ¿Y qué más?.

- Seguir con la construcción de la piscina, pintar algunas áreas del colegio para que no sean tan... bueno, lo diré con pura sinceridad, deprimentes.

- No, tranquila que pienso igual que tú, bueno entonces hay varias cosas que cambiar.

- Algo así, más bien, ¿En dónde entrarán futbol los chicos?.

- En las losas de secundaria de al fondo, no nos queda de otra.

- Ah, si hubiéramos hecho la piscina el año pasado tal vez...

- Pero no podíamos Gloria. Gritó/susurró. - ¿Acaso no recuerdas todos los problemas legales que nos dejó Aleyda? Apenas y no sé cómo esta institución sigue en pie y literalmente la levanté con la última fuerza que me quedaba, no podía encabezar una construcción mientras estaba solucionando los problemas que nadie quiso solucionar.

- Cálmese. Le pedí sirviendo dos vasos de agua y entregándole uno. - Sí sé lo difícil que fue, solo era una opinión.

- Ah... otros tiempos, recuerdo cuando fui alumna de este colegio. Recordó con algo de nostalgia en su rostro y no pude evitar mirarla algo sorprendida. - Hey. Me reclamó. - Ni que fuera tan vieja, ¿O sí?.

- ¡¿Qué?!. Exclamé sorprendida y accidentalmente derramé un poco de mi bebida.

- Te lo dije Gloria... las cosas no son como siempre aparentan ser y puedo deducir tus emociones muy fácilmente, eres un tanto predecible.

SOS, estudiante [Primera parte]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora