Extra

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Nicholas

—Quita esa cara—me dijo Kate, tomando mi mano y haciendo un puchero.

Alcé una ceja y mi molestia aumentó cuando Chris llegó y posicionó sus manos en el trasero de mi hermana. Ella rio y él besó su cuello, importándole poco que yo estuviera ahí. Mi paciencia se acabó cuando las manos de mi amigo siguieron tocando el trasero de Kate y la besó en la boca, casi dejándola sin aire.

No quería imaginar qué era lo que ese idiota le había hecho en este punto y para ahogar la molestia bebí más alcohol del que me había permitido antes.

—Me iré en media hora. —Bebí lo que quedaba en el vaso pequeño en mis manos para luego darles una mirada llena de incomodidad.

—Ahí está Jess, ¿ya la viste? —dijo Katherine con diversión, despegando la boca de Chris y pegándose al cuerpo de mi amigo.

—¿Jess?

—Sí, la chica que trabaja contigo para lo de Chlo y la misma a la que tratas mal, Nicholas.

—Se llama Jessica.

—Eres un amargado.

—¿Qué hace aquí? Ni siquiera es tu amiga. —Ella alzó una ceja y Chris comenzó a besarle el cuello.

—Aún, gruñón. Me cae bien.

—Es reportera.

—Y una chica, agradable y bonita—dijo eso último, dándome un empujón—. Eso lo cree Hunter, ¿no, Chris? Está sobre ella desde hace media hora.

Chris asintió y movió la cabeza en la dirección de Hunter y Jessica. Él le decía algo mientras ella bebía de manera inocente. Hunter estaba ligando con ella, lo conocía y ella parecía cómoda con la actitud de mi amigo. Sonreía y no como lo hacía con Chloé o Dan. Ella se veía feliz con él hablándole sobre algo.

Ella volvió a reír antes de despegar sus ojos de él y llevarlos a su alrededor para terminar sobre mí. Ella abrió sus labios, los cuales estaban brillosos. Sus ojos viajaron por mi cuerpo y un brillo acompañó su mirada antes de volver a mis ojos y romper el contacto visual.

Aproveché e hice lo mismo que ella. Usaba un vestido, dejando los pantalones de mezclilla de lado y mostrando unas piernas tonificadas, aunque unas medias negras llegaban hasta la mitad, alargándolas más.

Jessica era atractiva de una manera que no sabía que me gustaría. Tenía un trasero increíble, un cuerpo lleno de curvas y unas piernas increíbles. Seguí subiendo mis ojos y cayeron en el escote, donde su piel se pegaba al vestido, resaltando, apretando y pareciendo ligeramente doloroso, aunque podía ser efecto de lo que parecía ser iluminador o del sudor en su piel. Tuve que apartar los ojos de ese lugar antes de que algo se apretara entre mis piernas.

Dejar de pensar en ella el resto de la noche fue difícil cuando Hunter estaba a su lado, riéndose y frente a mí había una mujer que no dejaba de hablar. No sabía en qué momento pasó, pero terminé besándome con ella. Al buscar a la dueña de una mirada azulada no la encontré, en su lugar encontré a mi amigo hablando con otra mujer.

Me despegué de la mujer entre mis manos, limpiándome los restos de saliva y moviéndola para que me dejara ir. Ella protestó y se aferró a mi capa. Solo bastó una mirada llena de irritación para que me soltara y mientras me abría paso entre la gente mi paciencia se iba al carajo. No sabía por qué la estaba buscando, en mi mente lo hacía para desenmascararla, decir que era una mentirosa en busca de hundirnos a mi familia y a mí, pero al doblar en una esquina algo pasó.

—Mierda. —Un pequeño cuerpo susurró esa palabrota y mis ojos viajaron a la mujer frente a mí. Ella sacudía sus manos sobre sus piernas y su labio inferior estaba capturado entre sus dientes. Ignoré el hecho de que una bebida roja se derramó sobre mi capa y una vez que ella se dio cuenta, despegó sus ojos azules de su vestido y con lentitud me vio. La dueña del escote peligroso estaba frente a mí—. Ay no puede ser.

Winter love ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora