Winter love ✔

Capítulo XII

La mañana después de haber hecho de todo con Nicholas fue caótica. Desperté primero que él con su brazo alrededor de mi cintura, mi cara en su pecho y nuestros cuerpos desnudos. Me gustaría decir que me quedé, que lo esperé y nos besamos de nuevo en cuanto abrió los ojos, pero no.

Hui.

Eso hice en cuanto pude sostenerme de pie, corrí en busca de mi ropa y una vez vestida, pedí un taxi y hui.

Nicholas no me llamó y yo no lo llamé. Ambos seguimos con nuestras vidas y ahí estaba yo, tres semanas después de haber pasado una noche con él, en mi apartamento hundiéndome en mi miseria.

—Jessica Noel Campbell, ¿qué pasa contigo? —me preguntó Rose con las manos en sus caderas.

Suspiré y parpadeé un par de veces.

Nadie sabía sobre la noche que pasé con Nicholas. La información podía caer en manos equivocadas y no deseaba ser presa de la farándula como una más en la lista de mujeres con las que él se metía.

Mi mejor amiga era un poco chismosa y decirle significaba que hiciera un escándalo o que se pusiera a imaginarse una historia de amor con el mayor de los Spencer.

—Nada.

—Llevas días evadiéndome y eso no es normal, Jessica.

—He tenido mucho trabajo.

—No es cierto—me recriminó dolida—. Ya no trabajas con Nicholas, no te creo eso de que tienes mucho trabajo.

—Rose...

—Desde el día que te dejé plantada no me has hablado como antes—siguió diciendo molesta—. ¿Es por eso? Lo lamento, ¿sí? Yo también tengo trabajo, Jessica.

Cerré los ojos y negué.

—Rose, no es nada, de verdad—dije, cerrando los ojos y sonriendo.

Ella negó de inmediato y supuse que nada acabaría bien.

—No me mientas, Jessica.

—Rose...

—Volviste a caer en las redes de James, ¿no es así? Por eso me evades, porque temes que te deje de hablar por haber vuelto con ese imbécil—dijo furiosa y abrí los ojos.

—Me acosté con Nicholas Spencer—solté la bomba.

Rose eliminó cualquier rastro de furia de su rostro y la reemplazó por sorpresa.

—¿Qué?

—Lo escuchaste, Rose, no lo repetiré.

Ella abrió los ojos casi como si fueran a salirse de su cara y se acercó sonriendo a mí. su emoción era contagiosa, pero por primera vez fui inmune a ella. me sentía perdida.

—¿Cuándo? ¿Cómo? ¿En dónde? Dios, sabía que ese hombre estaría a tus pies—chilló con emoción pura adornando su rostro.

Reí nerviosa y llevé mis manos a mi cara, la tallé y me sobresalté cuando tuve a Rose frente a mí muy cerca.

—El día que me dejaste plantada, se acercó a mí, nos besamos y terminamos en su mansión. No te daré detalles sucios, solo diré que fue lo mejor que alguna vez hice. Él sabe cómo mov...—Me detuve al darme cuenta que estaba revelando los detalles sucios.

Rose aplaudió y chilló emocionada, abrazándome y hablando en portugués.

—Te dije que le gustas, Jess.

—Eso pasó hace semanas, Rose. No me ha buscado, no creo que le guste.

—Jessica, te llevó a su casa y te acostaste con él, no necesitas más para saber que le gustas—dijo como si fuera obvio.