Winter love ✔

Capítulo XXIII

Nicholas

Observé a Jessica sonreír avergonzada mientras mi madre y Kate la agobiaban con su parloteo. Christopher se había retirado para atender una llamada y yo estaba ahí expuesto ante la mirada de mi padre, quien movió la cabeza en dirección del pasillo que llevaba al estudio.

Me acerqué a Jessica y mi madre y mi hermana sonrieron cuando llevé una mano a la cintura de la castaña frente a mí.

—Vuelvo en unos minutos, nena—susurré y observé unos ojos de cordero a medio morir verme y palidecer cuando vio atrás de mi hombro—. Mi padre quiere felicitarme.

Besé sus labios de manera dulce y escuché suspirar a mi hermana y mi madre. Las mejillas de Jessica se encendieron y le guiñé un ojo como parte del espectáculo.

Me alejé de ella rápidamente, caminando en dirección de mi padre, quien me veía con expresión seria. Tener todo bajo control era parte de lo que él disfrutaba hacer y esto no era algo que estuviera en su poder.

Lo seguí abotonando constantemente mi saco mientras nos dirigíamos al estudio. Richard Spencer estaba a punto de interrogarme y sabía lo que obtendrá de esto. Tan solo saber que tendría que echarle un vistazo a la relación con Madison, el error que fue meterme con Samara y la poca comunicación que tenía con ellos me ponía la piel de gallina y me alertaba que no creería que estuviera enamorado de Jessica.

Al entrar a su guarida encendió la luz, quitándole ese aspecto tenue que le gustaba mantener. Lo vi acercarse a un mini bar y tomar un vaso de cristal que llenó a un cuarto de su capacidad. Me ofreció y negué, no podía salir de aquí ebrio con una mujer embarazada que me acompañaría a casa.

—Una periodista, ¿eh?

Aquellas palabras me picaron y con tranquilidad asentí.

—Una escritora, como mamá—le respondí.

—Creí que tendrías una relación con Samara, Nicholas—dijo, tomando el baso y caminando a la silla de su escritorio.

Él se sentó con elegancia y me vio con un ceja alzada.

—¿Por qué tendría una relación con ella? —pregunté irritado.

—Nunca te vi salir del circulo social al que pertenecen Madison y Tamara. —Se encogió de hombros.

—Madison es rica y quería más dinero y poder. Jessica no corrió con la misma suerte y no quiere nada de mí, solo a mí—le respondí con amargura al mencionar lo de Madison.

Sabía que lo de Jessica era cierto, pero no del todo. Ella no quería nada de mí, pero tampoco a mí.

—¿Me trajiste hasta aquí para hablar del circulo social de Jessica o del dinero que tiene? No creí que fueras clasista, padre. —Su expresión comenzó a cambiar de una relajada a una irritada.

—No digas estupideces, Nicholas—se defendió—. Sabes a lo que quiero llegar...

—Quieres darme a entender que Jessica es una interesada.

—Quiero cuidarte, hijo—murmuró y solté una carcajada sin gracia.

—¿Cuidarme de una mujer que no quería decirme que voy a ser papá por miedo? —me burlé y él alzó las cejas—. Cree que soy un monstruo sin sentimientos que le va a quitar al bebé y la desaparecerá.

—¿Le has dado motivos para que crea eso?

Suspiré y cerré los ojos, buscando la paciencia que tenía por ahí oculta.

—¿Motivos? Ella no es tonta. Trabaja en un maldito periódico y sabe en el concepto en el que estamos. Ha visto como hemos dejado que la imagen pública de Katherine sea la de una prostituta barata sin dignidad. —Mis palabras más que ayudarme, empeoraron la situación.