Se la han llevado, otra vez, mi Carol...

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Carol, Vicky y Marcos llamaron a la puerta de la casa de Julia e Iván y les abrieron los dos sonrientes . Carolina y Vicky abrazaron a Julia y Marcos a Iván.

IN- ¿Qué, chicas, a mi no me vais a decir nada o qué?- dijo en broma.

CL- Enhorabuena, Iván.

VM- Felicidades.- las chicas abrazaron a Iván y Marcos se acercó a Julia y la abrazó también.

MN- Felicidades, Julia.

JM- Gracias, Marcos.- Todos se sentaron en la mesa y empezaron a hablar.

IM- Si hace unos años me hubieran dicho que iba a tener un hijo pero que la madre no es Carolina, les hubiera dado una ostia. Nunca imaginé que después de tanto tiempo siendo novios lo íbamos a dejar.- Iván miró a  Carol, que tenía una mirada incómoda y añadió.- Ay, lo siento, lo siento, no pensé que resultaría incómodo.

CL-Tranquilo, no pasa nada.- siguieron hablando toda la tarde y se fueron a casa.

                                                             *En el piso de Carol y Marcos*

CL- Jo, no se donde he dejado el móvil.

MN- ¿Qué pasa, cariño?- dijo entrando de la habitación.

CL- Que no encuentro mi móvil.

MN- La ultima vez que te he visto con el en la mano fue cuando buscabas las llaves antes de ir a la casa de Iván y Julia.

CL- Es verdad, gracias mi amor.- Carol entró en otra habitación y cogió su móvil. Se quedó paralizada cuando vio que tenía más de 5 llamadas perdidas de su madre. Marcos, al ver que no salía de la habitación, se acercó a ella.

MN- ¿Carol....estás bien? Estas pálida.

CL- Mar...Marcos, mira.- dijo con los ojos cristalizados. Marcos miró la pantalla del móvil que Carol sujetaba y abrió mucho los ojos.

MN- Joder, Carolina...- Carolina rompió a llorar y Marcos la abrazó.

CL- Mi madre está viva, y no está bien ni segura... por eso me ha llamado, la casa nos la quitaron cuando se supone que murió, y todas las cuentas bancarias las cerré y nadie las ha tocado...

MN- Carol, mírame, Carolina.- Carolina le miró. Marcos le secó las lágrimas con dos movimientos suaves, aunque después cayeron más y más lágrimas.- Tranquila, ¿vale?, te prometo que la vamos a encontrar, te lo juro Carolina. Llámala.- Carolina la intentó llamar varias veces y nadie contestaba. Marcos la volvió a abrazar con fuerza mientras sentía como las lágrimas de Carolina mojaban su camiseta.- Ahora vamos a descansar, ¿vale, cariño?- Carolina asintió con la cabeza.

*Al día siguiente*

Marcos miraba como Carolina descansaba encima de su pecho. No había podido dormir en toda la noche llorando mientras pensaba donde estaba su madre mientras él intentaba consolarla, cosa que resultó bastante imposible. Marcos apartó delicadamente la cabeza de Carolina de encima de él y se levantó para hacerla el desayuno, pero la despertó.

MN- No te muevas del la cama, que voy a preparar un desayuno especial para una chica especial.- Carolina sonrió. Marcos se puso contento al ver que consiguió sacarle una sonrisa después de que estuviera toda la noche llorando.

CL- Vale.- Marcos fue a la cocina y se dio cuenta de que faltaba en pan.

MN- Carol, voy a ir a la panadería , ahora vengo, no tardo.

CL- ¿Vas a ir en pijama?

MN- Si, claro, encima el pijama es nuevo, tendré que enseñárselo a la panadera.- Carolina se echó a reír.- No tardo, ¿vale?

CL- Vale. Adiós.

MN- Adiós.

No habían pasado ni 5 minutos desde que Marcos se había ido, y la panadería quedaba un poco lejos de su casa así que Carolina se extrañó al oír la puerta.

CL- ¿Marcos? ¿Ya has llegado? Si que te has dado pris...- Carolina se interrumpió de golpe al ver entrar en su habitación a nada más y nada menos que Camilo Belmonte y otros dos chicos armados con metralletas.

CB- Cogedla, ahora.- Los dos chicos se acercaron a Carolina, que estaba paralizada en la cama.

CL- ¡Nooo, noo, por favor, otra vez no! Por favor, no.- Carolina empezó a llorar mientras intentaba resistirse a que los dos chicos la ataran. Camilo dejaba una nota encima de la cama.

CB- Tranquilízate o será peor.- dijo al ver cómo Carol intentaba soltarse la manos de la cuerda. Carolina le miró y siguió intentando quitarse las cuerdas.- Tú lo has querido, encima de esto ya estarás acostumbrada, te lo pinchábamos todos los días cuando estaba secuestrada, ya sabes, porque te intentabas escapar, y no queremos chicas malas.- Camilo saco una inyección y se acercó a Carolina.

CL- ¡Noo, eso nooo! Por favor, eso no.- Camilo la pichó y Carolina se desmayó al instante.- Montadla en la furgoneta.- en menos de unos minutos Carolina estaba metida en el maletero de una furgoneta. A los 5 minutos llegó Marcos a casa.

MN- ¡Hola, Carol! Ya estoy aquí.- dejó en pan en la cocina y fue a la habitación al no obtener respuesta.- ¿Carol?- dijo al ver la cama vacía, se acercó a la cama y leyó la nota:

Tenemos a Carolina,
entréganos a Paula Novoa e Irene Espí
en menos de 72 horas en el Internado o
no volverás a ver a tu chica con vida.

Marcos leyó la carta una y otra vez, no se lo creía. Se puso a llorar y a dar puñetazos en la paredes. Luego decidió que era importante no perder el tiempo y llamó corriendo a Iván.

En la llamada

IN- ¿Qué pasa, Marcos?

MN- Carol, no está en casa.

IN- ¿¡QUÉ!?- Julia, que estaba a su lado sentada en el sofá, se levantó de golpe al oír el tono de preocupación de Iván.

MN- Se la han llevado, otra vez, mi Carol...

IN- ¿Pero tú no vives con ella? ¿Como no te diste cuenta?

MN- Me fui a comprar el pan, y cuando volví, ya no estaba. Encontré una nota que decía que entregara a mi madre y a mi hermana en menos de 72 horas en el Internado o no volvería a ver a Carolina con vida.

IN- Voy corriendo para allá.

El Internado Laguna Negra (continuación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora