Capitulo 35

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CRUZ

Me quedé en la puerta de mi habitación y vi a las dos chicas dormidas en mi cama.

Sisi se había quedado dormida leyéndole a Taly, con el libro sobre su estómago.

En el momento en el que trajimos a Taly de vuelta y rastreé a mi madre, Taly determinó que se quedaba con Sisi.

Le rogó a Sisi que se quedara y cuando Sisi me miró en busca de ayuda, estuve de acuerdo con el hecho de que se quedara era una idea estupenda.

Así que Sisi se había ido a recoger unas pocas cosas, incluidos varios de sus favoritos libros de la infancia, mientras que Taly dormía la siesta.

Eso me dio tiempo para llamar a mamá y conseguir que los chicos volvieran con ella mientras yo cuidaba a Taly.

Ni siquiera discutí o entré a comprobarla cuando apareció a recoger a los chicos.

Odiaba enviar a los chicos con ella, pero no me los podía quedar.

Tendría que conseguir una orden judicial y mi madre era lo suficientemente vengativa como para rechazarme.

Incluso si me lo permitía, los chicos estaban mejor separados de Taly mientras que se encontraba enferma.

Además, no podría hacer esto por mi cuenta.

Mamá podría ser la peor madre, pero pasaba mucho más tiempo en casa que yo.

Cuando empezara la temporada de béisbol, estaría demasiado ocupado como para dormir, mucho menos cuidar a los niños.

Era una situación sin salida.

Tenía que seguir recordándome que viví con mi madre y no tuve un hermano mayor para cuidarme.

Las manos de Sisi se deslizaron y el libro empezó a caer al suelo, causando que despertara.

Parpadeó varias veces, después giró la cabeza para ver a Taly, que se encontraba acurrucada durmiendo plácidamente a su lado.

Sisi se acercó, apartó el cabello de la cara de Taly y comprobó su temperatura con el dorso de su mano antes de levantarse lentamente.

Sus ojos se encontraron con los míos cuando se giró para salir por la puerta.

Pasó una mano por su cabello en un intento de domar lo que había despeinado y luego me sonrió.

-Supongo que también estaba cansada- susurró mientras yo daba un paso atrás y la dejaba salir de la habitación.

Cerré la puerta detrás de ella- Sí, Taly te tuvo muy ocupada.

Sisi rió ligeramente- Es una dulzura. Me gustó pasar tiempo con ella.

Ella no tenía ni idea de lo mucho que había significado para Taly.

Sisi fue la primera adulta en prestarle atención- Gracias. No creo que lo hubiese logrado sin tu ayuda. Nunca ha estado tan enferma. Fue un susto de muerte.

Sisi me sonrió- Después de lo que he presenciado hoy contigo, estoy convencida de que hubieses sido perfecto. Nunca hubiese imaginado que serías tan buen hermano mayor.

El acento burlón de su voz era sexy. Todo en ella era sexy.

Y tenía un pequeño bolso con sus cosas así que se podía quedar a dormir.

No iba a ser capaz de controlarme.

Necesitaba algo de ella.

Las emociones que se arremolinan dentro de mí tomaron el control.

Sólo por ahoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora