Capítulo 54

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SISI

Mamá se comportó raro toda la noche.

Normalmente era muy feliz en las cenas familiares.

Adoraba a Allegra y poder ayudar en la planificación de la boda, que ahora seria en la playa en lugar de la iglesia en la que mamá quería, algo que esperaba con interés cuando nos encontrábamos todos juntos. 

Ella me dijo muy poco acerca de mi vestido, el cual encajaba a la perfección, para mi alivio.

A pesar de que habíamos estado discutiendo sobre el color del pastel de la boda y si la torta del novio debe ser de queso o tarta de chocolate, mamá permaneció mirando por la ventana. 

Cuando la puerta se cerró detrás de Benicio y Allegra, me volví para subir las escaleras. 

-Tenemos que hablar. 

Me detuve y miré a mamá. Se encontraba de pie en la parte inferior de las escaleras con los brazos cruzados, mirándome.

Ocurría algo malo.

-Está bien- le dije, bajando las escaleras y siguiéndola mientras hacía su camino a la sala de estar. 

-Siéntate, Sisi. 

De repente me sentí muy nerviosa. El tono grave de su voz no era algo que acostumbraba a oír. No tenía la menos idea de lo que se trataba esto.

A menos que… ella supiera sobre Cruz.

Eso podría ser malo, pero por lo menos estábamos a punto de aclarar las cosas y no tendría que ocultárselo nunca más.

Además, estaba segura de que una vez que llegara a conocerlo, le gustaría.

Ella en realidad no había pasado tiempo con él. 

-Hoy recibí una llamada interesante de un amigo mío. Era alguien que te vio. En la playa. 

Se trataba de Cruz. 

-¿Entonces ya sabes con quién fui? 

Asintió- Cruz Navarro. 

-Escucha, mamá. Sé que no lo apruebas. Pero todo lo que sabes de él es que su madre es de clase baja y se crió con dificultades. Se ha metido en algunos problemas al crecer, pero ahora es diferente. Si sólo…

-Él se acuesta con mujeres por dinero. Es un gigoló, Sisi. Uno muy bien pagado... 

Estallé en un ataque de risa.

¿Dónde lo escuchó?

Era ridículo.

¿Cómo se le pudo ocurrir algo tan loco?

-Esto no es una broma, Sisi. Yo lo vi. 

 ¿Lo vio?

¿Qué diablos significaba eso?

¿Cómo lo vio?

-Mamá, lo que sea que crees que has visto, no es así. Cruz no se acuesta con las mujeres por dinero. 

Mamá se acercó a la silla frente a mí- Fui a visitar a Ester. Ella se ofreció a hacer algo de trabajo en el comité de fiestas del mar. No me esperaba y me di cuenta que parecía un poco nerviosa. Hablamos sobre todo durante unos treinta minutos. Cuando nos levantamos para salir y caminamos hacia la puerta, Cruz Navarro subía sigilosamente su escalera. Se detuvo y me miró como un ciervo encandilado por los faros. Ester se puso nerviosa e inventó que Cruz fue a arreglar su inodoro. Ese chico no estaba allí para arreglar su plomería. 

Tenía que haber una mejor explicación.

Él no iba a subir a la habitación del alcalde para acostarse con su mujer por dinero.

Esto era una ciudad chica de Argentina. No Los Ángeles.

¿Qué es lo que poseyó a mi mamá?

-¿Quieres decir que crees que Cruz fue para darle sus servicios a Ester? Eso es una locura, mamá. Es muy probable que estuviera allí para ayudarla a arreglar su inodoro. A veces hace trabajos ocasionales.

Mi madre dejó escapar un suspiro de cansancio y su rostro se arrugó- Me quedé fuera tiempo después de cerrar la puerta y miré por la ventana de su dormitorio. Cruz Navarro se hallaba allí. Cerró la cortina y pronto la sombra de Ester se unió a él. 

-Era una sombra, mamá.

-Al día siguiente se lo dije a Clara. Pensé que si alguien sabía, sería ella. Clara le paga a Cruz por sexo. Lo ha estado haciendo desde que se divorció de Lorenzo. Al parecer, él tiene una listita de clientes discretas entre las mujeres ricas de esta ciudad. Cruz es un gigoló de alto precio que sirve a mujeres atractivas de más edad. No hace trabajos ocasionales, Sisi. 

Era un sueño. Tenía que estar soñando.

Esto era una pesadilla y estaba a punto de despertar. Sacudí la cabeza y me levanté.

No podía sentarme aquí y escuchar esto. No lo creía.

Cruz era demasiado bueno. Nunca me mentiría sobre algo así de grande. 

-Me preocupaba que no me creyeras. Caíste en su mirada de niño bonito. ¿Por qué no se lo preguntas? Ve lo que te dice. Mira su reacción. Luego vuelves y me cuentas que esto es una mentira. 

Agarre las llaves del gancho junto a la puerta y corrí afuera.

Cruz podría explicarlo.

Debido a que esto no podía ser cierto.









Continuará....

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