Capítulo 49 (+18)

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CRUZ

-¿Podemos hacerlo así?- preguntó Sisi con nerviosismo mientras se sentaba a horcajadas sobre mi regazo.

Dios, era tan malditamente inocente.

Saber que he sido el único que la ha tocado, estado dentro de ella, que la ha probado, empeoró mi loca posesividad.

Quería mantenerla cerca. Lejos de todos los demás.

-Sí, cariño, se siente muy bien de esta forma- le aseguré mientras sostenía sus caderas- Tendrás todo el control.

Me incliné hacia adelante y atraje uno sus pezones a mi boca.

Se hallaban justo ahí, provocándome.

No podía ignorarlos. Estaba jodidamente seguro de ser adicto a ellos.

Arqueó la espalda y dejó salir un suave gemido.

-Lo quiero dentro- suplicó.

Le sonreí- Entonces ponlo ahí.

Sus ojos se abrieron con sorpresa y luego lentamente bajó su cuerpo hasta que la punta de mi erección tocó la entrada que los dos queríamos tanto.

-¿Sólo bajo?- preguntó, mirándome de nuevo.

Si no estuviera tan increíblemente encendido, me hubiera reído- Sí, sólo baja- me gustaba la forma en que sonaba.

Mordió su labio inferior mientras se movía.

-Ah, es tan bueno- gemí mientras nos atormentaba con su ritmo lento.

-Sí- jadeó- Lo es

Se detuvo, y quería tanto empujar hacia arriba, pero me contuve. Esto iba a ser todo para ella.

-¿Sigo adelante?- respiraba rápido y duro, haciendo que sus tetas brincaran suavemente en mi cara. Dios, nunca tuve algo tan bueno como esto.

-Sí- le aseguré.
Se hundió por completo y mis caderas se sacudieron por voluntad propia, haciéndola gritar.

-Dios, nena- gruñí, mientras sus músculos internos apretaban mi pene.

-Oh Dios, se siente tan bien- dijo, lanzando la cabeza hacia atrás y dándome acceso total a su bonito cuello. Me incliné, besé y lamí muchos puntos suaves antes de que comenzara a moverse. Levantando las caderas, dijo- Quiero moverme.

-Arriba y abajo, nena. Tan rápido o tan lento como quieras. Es tu cabalgata.

-Oh- suspiró y sus ojos se expandieron ante mis palabras.

Se relajó y tuve que poner las manos en puños a mis lados para contenerme de tomar el control.

Esto me ponía jodidamente loco.

Era muy tentador ponerla sobre su espalda y bombear dentro y fuera de ella hasta que los dos gritáramos la liberación.

Pero entonces, mirarla experimentar esto por primera vez, era algo que nunca olvidaría.

-Cruz- jadeó.

-¿Sí, nena?

¿Puedo ir más rápido? Quiero ir más rápido.

Ah, infiernos, sí- Móntame tan rápido y tan duro como quieras. Si se siente bien para ti, se siente increíble para mí. Lo prometo. No puedes hacerlo mal.

Asintió y puso las dos manos sobre mis hombros, luego se elevó sobre mí y se hundió de nuevo rápido- ¡AH!

Lo hizo de nuevo, más duro esta vez. Era lo más increíble que había sentido alguna vez. Era más caliente dentro que antes y más suave...

¡MIERDA!

No usaba un condón.

Mierda, mierda, mierda.

Agarré su cintura cuando comenzaba a tomar ritmo y la detuve.

-No, por favor- rogó, hundiéndose otra vez en mí- Sí, oh Dios, Cruz.
Cogeme.

¿Cómo iba a detener esto?

Levantó sus caderas y se hundió de nuevo en mí, duro y luego gritó.

Se encontraba tan cerca.

Si no estuviera tan seguro que yo dispararía como un maldito cañón cuando se viniera, la dejaría terminar.

-Sisi, tengo que ponerme un condón.

No se detuvo como esperaba.

Levantó las caderas más rápido y se sacudió adelante y atrás mientras hacía pequeños gemidos sexys que me ponían al borde.

-Sisi, un condón, nena. Olvidé el condón.

-Está bien. Estoy con la píldora- dijo antes de presionarse de nuevo y balancear las caderas adelante y atrás.

¿Por qué mierda tomaba la píldora?

-Cruz, ¡AH! Cruz- gritó, agarrando mis hombros y acercándose mientras comenzaba a temblar en mi regazo.

No podría contenerlo.

Envolví los brazos a su alrededor y enterré mi cara en su hombro mientras disparaba mi liberación en su interior.






Continuará....

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