Capítulo 46

477 23 1
                                    

CRUZ

Esta noche iba a pelear, pero no con algún tipo que se acercara demasiado a Sisi.

Sería con su hermano.

Él me había estado observando muy de cerca y le di una muy buena razón para sospechar de algo.

Pero tuve que elegir entre dejar que la chica me manoseara por todas partes delante de Sisi y ver caer su rostro, o que mi mejor amigo me golpeara, así que elegí la patada en el culo.

No podía dejarla irse así.

Se enfadó y estuvo a punto de salir corriendo.

No iba a dejar que eso sucediera.

-¿Qué estás haciendo?- preguntó cuándo la atraje a mis brazos una vez que estuvimos entre la multitud en movimiento.

Con suerte, lo suficientemente lejos para que Benicio no pudiera vernos.

Aunque había una buena probabilidad de que estuviera justo detrás de nosotros.

-Bailando contigo- contesté, deslizando las manos sobre la curva de sus caderas.

Sonrió- Eso no es lo que quise decir y lo sabes.

Eché un vistazo por encima de mi hombro para ver si Benicio venía por nosotros. La costa seguía despejada. Me giré de vuelta hacia Sisi- Estabas a punto de irte- dije.

Frunció el ceño- Sí, bueno, he visto más de lo que podía soportar.

La atraje hacia mí y me incliné para susurrarle al oído- Sólo estoy interesado en ti. Si te hubieses ido, habría perseguido tu culo sexy.

Se rió, deslizó una mano sobre mi pecho y luego la curvó detrás de mi cuello- Habría dejado que me atraparas. No hubieses tenido que tratarlo mucho.

Estaba listo para sacarla de aquí y tenerla para mí solo.

Pero eso no iba a pasar hasta que enfrentara un gran obstáculo.

-Voy a tener que hablar de esto con Benicio.

Su sonrisa cayó- Lo sé.

Quería besarla y tranquilizarla, pero ya presioné lo suficiente.

Había una buena probabilidad de que Benicio, yo, o ambos termináramos en la sala de emergencias si me dejaba llevar por ese impulso.

-Va a estar molesto- dijo ella.

Me reí- No, nena. Va a estar furioso. Tan malditamente furioso que va a ir por mi garganta.

Sus manos se apretaron en mi cabello.

¿Qué iba a hacer, intentar retenerme aquí?

-Tal vez no tengamos que decirle. Puedo aprender a lidiar con las chicas.

No, no podía y estoy seguro de que yo no podría hacer frente a los chicos.

No iba a esconderlo.

Cuando ese idiota se paró frente a ella, no veía más allá de mi nariz.

No me importaba quien me viera o lo que pensaran.

Sólo quería que se moviera. Si la hubiese tocado, habría sido mucho peor.

-Quiero que los chicos sepan que estás conmigo. No me gusta que se acerquen.

Se rió y se apretó contra mí de nuevo- Bueno, al menos nadie colgaba de mí. Tenías a una chica haciéndoselo a tu espalda.

Bajé las manos hacia su trasero y lo apreté suavemente, provocando que riera más fuerte- Si él te hubiese tocado, las cosas habrían ido de una manera muy diferente.

Sólo por ahoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora