Epilogo 4 (+18)

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CRUZ

Me robaron el teléfono de la mesa la semana pasada cuando bailaba con Sisi mientras Andrés iba a tomar una cerveza. 

La camarera que Rick me envió era amiga de Marilyn, así que ella hizo el trabajo sucio. El plan de Marilyn era enviar mensajes de texto traviesos hasta que Sisi lo viera o llamara al número, y si lo hacía, intentaría convencerme de que la encontrara. 

La otra camarera había cantado como un pájaro cuando Rick llamó a todas las camareras a la oficina y les preguntó al respecto. 

Marilyn y la camarera que la ayudó fueron despedidas. 

Benicio ya no quería matarme y ahora volvemos a ser la gran familia feliz que solíamos ser. No es que antes no fuéramos una familia. Iván, Andrés y Benicio habían sido mi familia desde segundo grado. 

No me habían permitido ver a Sisi en todo el día. Todo el maldito dia. 

Allegra dijo que era de mala suerte. Traté de decirle que nada de Sisi me daría mala suerte. 

Allegra se había reído de mí y había vuelto a vigilar a Sisi. 

Se tomaron las fotos de la boda que podrían haberse tomado sin que yo viera a mi novia, y teníamos una hora antes de que comenzara la boda. Quería ver a mi chica hermosa. No me gustó despertarme para encontrar una nota en la almohada que explicaba que Allegra había llegado y se la había llevado en medio de la noche. No me gustaba mucho mi futura cuñada en este momento.

-¿A dónde vas?- Andrés preguntó con una sonrisa mientras yo giraba por el pasillo de la capilla hacia el salón nupcial.

-Exactamente adonde crees que voy- le dije.

-Solo ha pasado una hora. ¿No puede esperar hasta entonces?- preguntó divertido.

-Tú eres el siguiente. Cuando estés buscando ver a tu novia y no te lo permitan, necesitarás ayuda. Me cobras y te lo devolveré- Andrés asintió y luego se rió.

-Sí, está bien. Ve a ver a tu chica.

Fue una venta fácil. Me escondí detrás de la esquina cuando se abrió la puerta de la habitación de Sisi. Allegra dijo que necesitaba ir a ver a María y que volvería pronto para ayudarla. 

Sonriendo, esperé hasta que Allegra se perdió de vista y eché a correr. El pomo de la puerta giró y entré en la habitación, cerré la puerta y la cerré detrás de mí. 

Sisi estaba sentada de espaldas a mí, con un sujetador de encaje blanco y una tanga a juego, y Dios me ayude, tenía una liga en el muslo. Jesús ... debo haber hecho un sonido, porque Sisi se volteo a verme.

-Cruz- dijo en un susurro sorprendida. Luego se echó a reír- Allegra se pondrá furiosa- me importaba un carajo lo que iba a decir Allegra.

-Levántate- le dije mientras daba tres pasos largos que conducían a mi prometida. Se puso de pie, y los tacones blancos brillantes que había perdido con todas estas otras cosas, ahora los vi- ¿Cómo diablos voy a pasar la ceremonia sabiendo que estás usando esto?- ella se encogió de hombros juguetonamente.

-Quizás por eso no deberías verme- esto era una mierda. No me gustó esa regla.

-Sisi, estás usando tanga- le dije mirando su trasero. Ella asintió- Siéntate a la mesa- le dije, acechándola mientras daba un paso atrás y se sentaba en la mesa detrás de ella- Ahora niña bonita, abre las piernas para mí- le ordene, y ella hizo exactamente lo que le dije- Pon estos tacones sobre la mesa, pero mantén los muslos bien abiertos.

Mi prometida hizo exactamente lo que le dije. Sonriendo, me puse de rodillas, mirando su rostro mientras hacía esto. Ella sabía cuando le decía qué hacer exactamente lo que estaba planeando hacerle. Ella quería. Tuve una novia traviesa- Cuando mi hermosa niña camine por el pasillo hacia mí, vestida de blanco, sus muslos se mojarán de mi boca- dije, luego tiré de la tanga a un lado y comencé a probar el dulce más dulce del mundo.

-Cruz- gimió, alcanzando mi cabeza. Sus manos agarraron puñados de mi cabello. La miré con las piernas abiertas, los brazos extendidos hasta ahuecar mi cabeza entre sus muslos y fue la cosa más jodidamente erótica que cualquier novio había visto el día de su boda.

-Tienes una dulce vagina- le dije con una sonrisa, y ella me miró con la boca abierta. Esos labios de ella estaban perfectamente pintados de rosa. No iba a arruinar esto hasta que comencé a besarla frente a todos. Hubo un golpe en la puerta y sus ojos se abrieron cuando su atención se desvió de mí a la puerta- Está cerrado- le aseguré.

-Pero ...- no le di la oportunidad de detenerme. Jugué sucio y comencé a chupar su clítoris como una piruleta. Sus ojos rodaron hacia atrás en su cabeza, y mantuvo sus manos en mi cabeza para mantenerme allí.

-Sí, sí, sí, no, solo ... chupa ... asi- jadeó y luego chilló mientras trataba de seguir el ritmo. La lamí hasta que se rió y me empujó hacia atrás. Sonriéndole, me limpié la boca con la manga y me puse de pie.

-No lo limpies. Me refiero a mis votos sabiendo lo mojada que estás. Esa pequeña pieza de tanga que estás usando empapada. Me gusta- Sisi estaba jadeando.

-¡Oh, por el amor de Dios! Cruz, tienes el resto de tu vida para esto- Allegra llamó desde la puerta. Sisi se echó a reír de nuevo.

-Te probaré toda la noche- dije, lamiendo mis labios- Antes de la recepción. Voy a necesitar cogerme a mi esposa- ella frunció los labios como si estuviera pensando, luego suspiró.

-Creo que puedo soportar dejar que mi sexy esposo se salga con la suya conmigo antes de ir a bailar y celebrar.

-Es bueno escucharlo- dije, luego le di un simple beso en la nariz para que no estropeara su maquillaje- Te dejaré vestirte. Nos vemos en algún momento. Seré el chico lindo al final del pasillo. Ven y quédate conmigo.






Continuará....

Sólo por ahoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora