Pasé una mala noche. Minho había salido celebrar con sus amigos y no regresó hasta altas horas de la madrugada, lo que me preocupó mucho; era un irresponsable, actuaba cómo si no tuviese trabajo al día siguiente. Suspiré pesado y me dirigí a mi casillero, odiaba mi próxima clase pero al menos la tenía hasta dentro de una hora. Abrí mi bolso para guardar los libros que no necesitaría más y me extrañó ver una nota pegada sobre mi libro de Economía, ¿cómo había llegado ahí?
"Búscame en la biblioteca, tengo algo para ti :)" ¿Sólo eso? Ni siquiera decía de quién era. Regresé la nota al libro y lo coloqué en mi casillero cuando Felix apareció de repente, rodeándome por los hombros.
—¿Dónde has estado, mujer? ¡Hyunjin te está buscando!
—¿Para...?
—¡No lo sé, está en la biblioteca! —me sacudió con emoción y una ancha sonrisa.
Oh, tal vez eso explique la notita.
—¿Por qué tan emocionado? —reí negando, cerré el casillero para girarme y encararlo.
—La biblioteca está muy sola y él te está buscando, ¿no te parece... interesante? —me codeó, su tonó cargando picardía.
—Seguro no es nada, tiene suerte que por ahora tengo vacante. ¿En la biblioteca dices que está? —Felix asintió de inmediato— Bien, te veo más tarde, Lixie. —sonreí y agité mi mano mientras me alejaba.
Caminaba con mucha tranquilidad por el pasillo pero para ese entonces ya había gritado internamente cómo diez veces. ¿Para qué querías verme? Me intrigaba mucho saber. Llegué a la biblioteca y, en efecto, sólo había un par de alumnos, así que no fue difícil localizarte, te veías muy concentrado en lo que hacías.
—Hyunjin... —en seguida volteaste y sonreíste al ver que era yo. Apreté el agarre de mi bolsa con nerviosismo— Felix me dijo que estabas buscándome.
—Sí, toma asiento. Tengo algo para ti —mientras me acomodaba frente a ti, tú esculcabas entre tu mochila hasta sacar una pequeña caja amarilla decorada con un cinto rosa y la colocaste frente a mí—. Aquí tienes.
—Oh, ¿gracias? —sonreí tomándola y la observé con una chispa de curiosidad.
—Son mini-bollos rellenos con crema. Mamá los preparó y quiso darte algunos cómo agradecimiento por ayudarme a preparar los brownies... le encantaron.
—No era necesario, pero dile que muchas gracias. Si eso era todo, me voy, no quiero interrumpir con lo que haces. —tomé la cajita dispuesta a ponerme en pie.
—Espera, ¿tienes clase?
—Por ahora no...
—Oh... —bajaste la mirada al libro frente a ti y luego la regresaste a mí con una tímida sonrisa— ¿Te molesta si me haces compañía?
—Por supuesto que no —sonreí. ¿Por qué demonios contesté tan rápido y entusiasta? Era tan obvia y bruta— Quiero decir... me conviene repasar el tema para mi siguiente clase, así que suena bien para mí.
Saqué mi libro y ambos nos dedicamos a estudiar por alrededor de veinte minutos, me sorprendió ver que el silencio no era para nada incómodo, al contrario. Después de un rato me aburrí, apoyé mi cabeza sobre mis dos manos y para ese momento ya sentía mis parpados pesar, entonces me dejé llevar por el cansancio y cerré los ojos momentáneamente; no estaba dormida pero me rehusaba a abrirlos hasta que minutos después sentí un tenue tantear sobre mi nariz seguido de tu risa.
—¿Cansada?
—¿Te parece? —sonreí frotando mis ojos.
—¿Por qué no duermes? Yo te despierto antes que comience tu clase.
—Si hago eso, seguro despertaré más cansada y con dolor de cabeza.
—Bueno, ¿y si vamos a caminar? Tal vez eso te ayude.
—¿Ya no vas a estudiar?
—Es suficiente por hoy. Vamos, yo cargaré tu cajita. —te pusiste de pie para estirar y relajar tus músculos. Guardamos nuestras pertenencias y salimos de la biblioteca para divagar por los pasillos.
Era normal en mí ponerme nerviosa cuando éramos sólo tú y yo, y por esa razón apretaba la hombrera de mi mochila con fuerza, además de que el silencio ahora sí era incómodo y parecía que ninguno tenía la intención de romperlo. Tú caminabas tan sereno cómo de costumbre mientras yo pensaba en algún tema de conversación para aliviar la atmósfera.... ¡y bingo!
—¿Piensas venir a la ceremonia este viernes? —alcé la vista.
—No estoy seguro, Jeongin y Seungmin quieren venir pero sólo porque habrá comida. ¿Qué hay de ti?
—Depende si Minho necesita que cuide de sus gatos o no, y creo que Changbin y Felix quieren venir por la misma razón que tus amigos. —reí. Mi estómago rugió de repente y por instinto coloqué mi mano sobre este, algo que notaste.
—Uh, ¿tienes hambre? Si quieres podemos sentarnos allí para que comas un poco del postre que te traje. —señalaste una banca situada bajo un árbol.
¿Era costumbre tuya ser tan cuidadoso con todos? No me extrañaría que la respuesta fuera un sí, pero verte actuar tan atento conmigo sólo me hacía sentir que era importante para ti. Ya sentados, abriste la pequeña caja para que yo pudiera comer y gustosa tomé un bollo bañando en glaseado, moría por probarlo.
—Tú también come —estuve a punto de llevar la bolita a mi boca pero verte negar me frenó—. ¿Cómo que no? No me sienta bien que sólo yo lo haga, anda. —y otra vez negaste.
—Son tuyos. Para ti los traje.
—Pero quiero compartirlos contigo, Hyunjin. Di "aaah." —acerqué el panecillo a tu boca y lo agité en incitación, tu mirada dudosa vagó de este a mí y viceversa, hasta que finalmente sonreíste rendido y abriste la boca.
—¡Hyunjin! —esa voz provocó que me congelara en mi lugar mientras tu te diste la vuelta.
¿Por qué Gaeul siempre aparecía cuando estábamos juntos? No me gustaba que me viera contigo, ¿qué llegaría a pensar? ¿que recién terminaste tu relación y ya tienes a otra detrás de ti? O peor aún, ¿qué tal si ella todavía tenía sentimientos por ti? Después de todo tú fuiste quien terminó con ella.
—Ya vuelvo, no te vayas ¿si?
Sólo asentí llevándome un trocito de pan a la boca y desvié la mirada en dirección opuesta a ustedes. Vaya, me sorprendió ver lo rápido que te pusiste de pie y fuiste a ella. Claro que la curiosidad me picó y por momentos daba miradas furtivas en su dirección, Gaeul estaba cruzada de brazos y se notaba muy seria con respecto a lo que te decía. Luego de un rato regresaste conmigo y el silencio nos invadió.
—Quiero aclarar que la conversación no tenía nada que ver con nosotros. —soltaste de repente.
Fiu, menos mal.
—Entiendo, pero ¿por qué me lo dices? —pregunté sin sonar grosera.
—No lo sé... pues eres la única que me ha preguntado cómo me siento después de nuestra ruptura y no quiero que creas que todavía pienso en Gaeul.
Te notabas apenado al decir aquello lo que me causó mucha ternura y reí bajo. ¿Te importaba mi opinión?
—Ya sé que ahora estás mejor, Hyunjin.
—Eeh... por cierto, ¿me das tu número? Así te hago saber si vendré a la ceremonia.
—Claro. —asentí sin prestar mucha atención a tus palabras.
Jeje, mi número... ¡ah, mi número! Oh mi dios, quieres mi número. Tranquila, respira... inhala, exhala.
Tomé tu celular y escribí mi número procurando no verme tan contenta. Quizás tú no lo hacías con otra intención más que añadirme a tus contactos porque ya era una más dentro de tu círculo amistoso, pero mi corazón se alegró un montón.
Todo lo que hacías elevaba mis esperanzas e ilusiones... pero poco sabía que sólo me estaba lastimando a mí misma al pensar así.
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Si fuera tu Chica ; Hwang Hyunjin
Fanfiction"Hwang Hyunjin, hay tantas cosas que yo haría si fuera tu chica. Permanecer a tu lado y amarte sería mi prioridad. Mi amor sería tan profuso que incluso te cansarías de él, pero no importa, porque estaría dispuesta a hacer hasta lo imposible para qu...