Si fuera tu Chica ; Hwang Hyunjin

42.

Era un desastre andante. Mis ánimos se vinieron al suelo, lloraba cuando me quedaba sola y a duras penas salía de mi cuarto para comer y hacer mis deberes. Extrañaba oír tu voz, ver tu sonrisa, sentir tus besos y caricias y la calidez que emanaba de tu cuerpo al apegarse al mío; creo que me acostumbré demasiado a tu compañía.

No creas que no vi tus mensajes donde me pedías perdón, incluso me entraron ganas de contestarlos pero me prometí a mí misma que jamás te volvería a buscar, lo que implicaba tener que evitarte a toda costa, aunque en el fondo sabía que eso no dudaría por mucho.

Nos cayó el último día de clases y yo procuraba andar lo más alegre posible para no arruinar la emoción de los chicos, que por cierto ya sabían todo, al ser la fiesta de despedida, pero fue bastante difícil porque no podía dejar de pensar en ti, Hyunjin.

—¿Por qué estás solita, princesa? —oí una voz femenina a mi costado, giré el rostro y me encontré con Gaeul que venía acompañada de Eunji.

—Oh, mis amigos andan comprando algo en la cafetería pero ya no tardan en regresar —respondí, dedicándole una pequeña sonrisa—. ¡Eunji, qué bueno verte! Hace días no te veía.

—Me desgarré un tendón de la pierna y estuve reposando en casa, pero todo bien —agitó su mano y reí bajo por la despreocupación en su voz—. Por eso ando con Gaeul por todos los pasillos, para ejercitar un poco la pierna.

—Espero que pronto sane del todo. —junté mis manos, mirándole con una sonrisa sincera.

—Gracias —la pelinegro volteó a su novia—. Gaeul, ya que no estás sola, iré a la cafetería por una manzana con miel, ¿okay?

—Está bien, cariño.

—No tardo en regresar.

Gaeul asintió y Eunji comenzó a alejarse, dejándonos solas. ¿Que si me sentía incómoda? Claro que sí.

—¿Cómo vas con Hyunjin? —me codeó juguetona.

Oh, su pregunta sólo hizo de la situación aún más incómoda.

—Eeh... —froté mi brazo con una mueca torcida y su sonrisa se desvaneció de a poco— Supongo que él no era para mí, teníamos muchos problemas.

Gaeul se quedó en silencio por unos segundos, su mirada divagó por el patio del instituto antes de posicionarla en mí y decir:

—¿Fue por mi culpa, verdad? —mostró una sonrisa apenada, yo no respondí y al parecer mi silencio aclaró su duda— Era bastante obvio que no te gustaba verlo cerca de mí y te doy la razón, a Eunji tampoco le agradó oír que teníamos un trabajo juntos.

—¡No, no! —sacudí mis manos con torpeza en lo que reía nerviosa— No fue por ti, lo juro.

—Igual, creo que deberías saber esto, y es que él nunca se me insinuó o trató de aprovecharse del hecho de que estábamos solos. Hyunjin respetaba mucho su relación contigo.

—Pero me ignoró todo ese tiempo.

Pese a que sí me dolió el que me evitaras, mi mayor problema fue lo que me dijiste sobre Gaeul, pero obviamente no se lo contaría.

—Ya deberías saber lo despistado que es, no puede concentrarse en varias cosas a la vez y honestamente nos tomó mucho terminar el proyecto, al igual que las demás tareas, aunque eso no es excusa —se tomó un profundo respiro—. Perdón, no quise causar ningún conflicto entre ustedes.

—No fue tu culpa, Gaeul, no hay porqué disculparse.

—¿Pero estás bien?

—Eso quiero creer. —reí instantáneamente mientras la veía, dándome cuenta de la razón porqué no podías olvidarla, de verdad era muy bonita y yo jamás estaría a su nivel.