Si fuera tu Chica ; Hwang Hyunjin

31.

Llegó el tan aclamado día de San Valentín y esa misma noche sería la fiesta. ¿Que si recibí si quiera un "feliz día del amor y la amistad" por parte de Hyunjin? No. ¿Asistiría a la fiesta? Mucho menos. Por mucho que mis amigos me insistieron, me negué rotundamente a ir y preferí quedarme en mi cama escuchando música, con la mirada perdida en el techo.

Me sentía despechada por una relación que jamás existió o avanzó.

Mi hermano todavía no regresaba del trabajo, aunque me había prometido que comeríamos juntos y veríamos una película. Mejor, así podría llorar con más libertad cuando me sintiera incapaz de aguantar mis emociones, algo que estaba a punto de pasar.

Jinnie<3:
Estoy afuera de tu casa
Puedes salir?

Mentiría si digo que mi corazón no se alegró al ver tu mensaje, mas no lo abrí y sólo me quedé sentada en la cama por unos minutos antes de salir; vestía mis pijamas favoritas y mi cabello era un desastre pero poco me importó, sólo iría para acabar con todo de una vez por todas. Salí encontrándote de espaldas y te giraste para verme con una sonrisa, haciendo que mi estómago se revolviera.

—Hey, tus amigos me contaron que no quisiste ir a la fiesta.

—No había razón para ir.

—¿Por qué?

—No la había y ya. Hyunjin, estoy cansada.

—Oh, eso explica porque estás en tus pijamas tan temprano.

—No me refiero a eso, digo que estoy cansada de todo esto. Me cansé de tus estúpidos juegos.

—¿Eh? ¿Es una broma? —reíste confundido.

—No. —fruncí el ceño.

—Disculpa, no estoy entendiendo. ¿Podríamos hablar mejor las cosas?

—No, no quiero escuchar tus excusas.

—Pero yo...

—Ya basta, Hyunjin, ya no quiero seguir intentándolo, me cansé, siempre termino mal de alguna forma u otra. Mi hermano me contó que te vio con alguien más y estabas muy juntito con ella, ¿por qué haces esto? ¿Qué pasó con el "prometo ser mejor para ti"? Estos últimos días sólo me has demostrado lo contrario y ya tuve suficiente.

—Okay, déjame te explico todo.

—¡Que no quiero escucharte!

Dios, me sentía tan molesta y dolida que estaba a nada de perder los estribos. El sólo tenerte de frente ya era una debilidad para mí y hacía todos mis esfuerzos para no romper en llanto ahí mismo porque no quería que supieras lo mucho que me dolía hablarte así.

Suspiraste resignado y bajaste la mirada por unos segundos.

—Antes de que tomes una decisión, ¿me dejas mostrarte algo? Quedará en ti si quieres seguir o no, pero necesito que lo veas, por favor.

Mi mente me decía que no, pero mi corazón gritaba lo contrario. ¿Cuál sería tu explicación esta vez?

—Será tu última oportunidad, Hwang.

—Entiendo. Por cierto, iremos a mi casa.

—Cómo sea.

Ya que no llevaste el auto de tu papá, tuvimos que caminar por quince minutos para llegar a tu casa. Al parecer tus padres no estaban, ya que el único que nos recibió al llegar fue Kkami y fue la razón por la que pude sonreír en ese momento.

—Este... necesito que cierres los ojos. —rascaste tu cuello con nerviosismo.

Dudé por unos segundos pero igual terminé cerrandolos y tú tomaste mis manos para guiarme con mucho cuidado por el pasillo, un delicado olor a vainilla penetró mis fosas nasales y me sentí muy curiosa por saber dónde estábamos.