22.

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El descanso se acabó y las clases reanudaron. Cómo siempre, todos parecían zombies el primer día de clases, en cambio yo iba súper contenta por todo lo que pasó a lo largo de las vacaciones y me emocionaba más saber que nuevamente tendría la oportunidad de verte todos los días.

Esa mañana me tocó viajar en autobús ya que Minho salió mucho más temprano de casa, pero no importaba porque gracias a eso te encontré dos cuadras antes de llegar al colegio, al parecer esperabas a alguien.

—Hola, Hyunjin.

—Buenos días, bonita.

Basta, era demasiado temprano cómo para estar enamorándome.

—¿Esperas a alguien?

—Te vi de lejos y me detuve —sonreíste amplio y me ofreciste tu mano—. Vamos.

Sostener tu cálida mano mientras caminábamos por las amplias calles de la ciudad bajo la fría brisa era algo que no cambiaría por nada. Quizás no estabas listo para entrar a una relación pero se notaba el interés que tenías en mí y con eso me bastaba.

—Hace mucho frío. —comenté, alzando los hombros cuando el viento chocó contra mi cuerpo y me apegaste más a ti.

—Entonces no te alejes mucho de mí. ¿Quieres mi abrigo? Tu suéter no parece muy adecuado para estas temperaturas.

—No, no, estoy bien, gracias. No quiero que cojas un resfriado por mi culpa.

—Voy a estar bien.

—De verdad no es necesario, Hyunjin.

—Cómo digas. ¿Has desayunado?

—Mhm —negué con la cabeza—, se me hizo un poco tarde.

—Después de recoger nuestros nuevos horarios iremos por algo de comer, ¿okay?

—Me parece bien.

Al momento de estar cerca del instituto solté tu mano y me miraste confundido, odiaba hacerlo pero lo último que quería era crear rumores cuando tú y yo ni siquiera teníamos algo oficial.

—¿Pasa algo?

—No quiero que la gente hable.

—Ah, entiendo.

Apenas cruzamos la entrada y ya se podían apreciar los afiches anunciando una excursión al planetario esparcidos por las paredes de los pasillos. Fuimos directo a la oficina y recogimos nuestros respectivos horarios, me preguntaba donde estaban Felix y Changbin, pues no los veía por ningún lado.

—¡Por fin te encuentro! —Eric apareció frente a nosotros y se veía apurado— Felix y yo necesitamos tu ayuda.

—¿Para qué?

—Te lo explico en el camino. —tomó mi muñeca y me haló lejos.

—¡Te veo luego, Hyunjin! —te miré y agité mi mano en forma de despedida, entonces me percaté de que fruncías el ceño.

Eric prácticamente me arrastró a través del pasillo hasta llegar al salón donde Felix estaba con su computadora; al parecer necesitaban mi ayuda para instalar un programa, así que les ayudé sin ningún problema. Más tarde la campana sonó y tuve que ir a mi primer clase.

Por fin tuve mi tiempo libre al mediodía y busqué una mesa en las afueras de la cafetería para poder ordenar mis notas y repasar mi horario. Me sentía un poco mal ya que se suponía que en la mañana comeríamos juntos pero no se pudo gracias a Eric y Felix, y no estaba segura si tenías tu hora libre en ese momento.

Si fuera tu Chica ; Hwang Hyunjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora