41.

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Desde esa discusión apenas nos hablábamos, era la primera vez que permitíamos que un problema nos distanciara y se sentía horrible. Tú tampoco hacías mucho por solucionarlo, de hecho te vi varias veces hablando con Gaeul, ¿acaso no te importaba como me sentía? Lo peor es que Eunji ni siquiera estaba allí, ella formaba parte del grupo de porristas y me enteré que se lesionó la pierna en una práctica, por lo que tenía que estar en completo reposo.

Solté un suspiro mientras volteaba la página para seguir estudiando para mi último examen. Fue una semana muy tediosa, tuve tareas, pruebas y proyectos por doquier y debido al estrés, las hemorragias nasales se volvieron constantes.

—Buen día. —escuché aquella insoportable voz a mi lado.

Otra vez ese chico tan odioso al que ni siquiera le sabía el nombre.

—¿Y tú qué quieres? —fruncí los labios.

—¿Por qué tan solita... de nuevo?

—¿Te importa?

—Me intriga verte tan decaída.

—No es de tu incumbencia.

—¿Viste que no te mentí? —por el rabillo del ojo, vi como sonrió— Hyunjin todavía habla con su ex novia.

—¿Vienes aquí sólo a molestar? —cerré mi libro con fuerza y lo miré irritada— Lárgate, ni siquiera te conozco para quererte cerca. Ah, y no se me olvida que me llamaste resbalosa esa última vez.

—Se me salió sin intención, no quise ofenderte.

—¿Qué te hace creer que me ofendiste? —reí irónica— Tus palabras no tienen ningún efecto porque no me importan.

—Me encanta esa actitud tuya, preciosa.

—¿Quién te crees para llamarla así? —tu voz aceleró mi corazón, pues hacía días que no la oía.

—Miren quién apareció, ¿no estabas ocupado con Gaeul? —inquirió el otro con malicia.

Me puse de pie y recogí mis cosas para salir de allí, no tenía tiempo ni ganas de lidiar con un par de idiotas.

—¿Qué crees que haces? —el brusco agarre de tu parte me asustó— ¿Qué hacías con ese imbécil?

—Yo estaba estudiando y se me acercó.

—¿Intentas ponerme celoso para desquitarte lo de Gaeul? Porque lo estás logrando.

—No molestes, Hyunjin, no tengo cabeza para ese tipo de niñerías. Tengo que estudiar, así que ya deja de molestarme. —moví mi brazo para liberarme de tu agarre y comencé a caminar hacia la biblioteca, sintiendo tus ojos en mí.

(...)

No fue el mejor día, mi nariz sangró dos veces en clase de Biología y en el laboratorio de Química me hice una abertura en la mano porque accidentalmente rompí un frasco de vidrio, para colmo, tendría que tomar el autobús porque Minho estaba muy ocupado en la academia, así que allí iba yo con la mano vendada y las energías por los suelos cómo un zombie. Lo único favorable de ese día fue que hice un buen trabajo en los exámenes y que ya mero se terminaba el año escolar.

Me congelé en mi lugar cuando te vi salir con Gaeul de una tienda de dulces, vi cómo le diste un abrazo apretado y luego la miraste minuciosamente en lo que ella estaba distraída, contemplando su rostro en silencio. Una presión se formó en mi pecho y mi estómago se revolvió, no tienes idea de lo horrible que se sintió presenciar esa escena, ¿aún la querías, verdad? Tus ojos no mentían.

Llevabas la semana entera siendo negligente conmigo mientras que a ella le sonreías con cariño y la acompañabas de un lado a otro. Quizás Gaeul ya no correspondería a tus sentimientos, pero supongo que bastaba y sobraba con tenerla cerca para que fueras feliz.

Si fuera tu Chica ; Hwang Hyunjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora