Si fuera tu Chica ; Hwang Hyunjin

44.

Durante varios días acompañé a Changbin en sus sesiones de entrenamiento en el gimnasio, pues él mismo me obligaba a hacerlo y se justificaba diciendo que me serviría como distracción. Yo no me quejaba, más bien aprovechaba para hacer un poco de actividad física también.

—Nos acompañarás al cine, así que más vale que estés lista para las cinco —dijo secando las gotas de sudor en su frente y le entregué una botella de agua. Más que un simple decir, sonó como una orden—. Pero hay un pequeño problema; creo que Hyunjin también irá con su amiga.

—¿Por qué?

—Porque Jeongin y Seungmin también nos acompañarán, y a Jeongin se le salió decirlo en frente de Hyunjin.

—Qué mala suerte.

—No estarás pensando en dejarnos plantados ¿o sí?

—No, no —negué con una pequeña sonrisa—. No me perderé una salida con ustedes sólo por él.

De hecho me alegraba saber que tú también irías, Hyunjin, porque tenía ganas de verte aunque fuera de lejitos.

Cuando volví a casa, procuraré completar mis quehaceres para estar libre en la tarde, por suerte Minho regresaría temprano y así los gatitos no se quedarían solos por mucho. Cuando el reloj indicó las cuatro, comencé a arreglarme y mientras peinaba mi cabello caí en cuenta de que en la mañana pasé por alto un pequeño detalle: "creo que Hyunjin irá con su amiga," repasé las palabras de Changbin en mi mente.

¿Con amiga se refería a Soomin? No quería imaginar su comportamiento frente a todos, peor si ya estaba enterada de que terminamos. Pff! No me importa, me repetí esto una y otra vez hasta lograr convencerme de que así era; ya iban semanas desde que no estábamos juntos, lo que hacías a esas alturas no me concernía.

—Min, ya me voy.

—¿A dónde tan perfumada? —me miró con una sonrisa ladina y elevando ambas cejas— No te bañaste, ¿verdad?

—¡Minho! —agarré un cojín y se lo arrojé con fuerza, él rió— Voy a salir con los chicos.

—Qué bueno ver que por fin sales de tu cueva.

—Tengo qué, no puedo pasar toda mi vida así —dije caminando hacia la puerta—. Bueno, me tengo que ir porque Changbin me está esperando afuera.

—Okay, cuídense.

—Bye-bye. —agité mi mano.

Me apuré a salir, saludé a mi amigo y en seguida emprendimos rumbo hacia la plaza que se ubicaba en el centro, que por cierto poseía el cine más grande y cómodo que alguna vez visité. Fuimos los primeros en llegar, por lo tanto nos tocó esperar al resto, sentados junto a la fuente en la entrada.

—¿Por qué se están tardando tanto en llegar? —se quejó Changbin en un gruñido y se puso de pie— ¿En que... Wow —dejó la oración en el aire mientras veía hacia un punto específico.

—¿Qué te pasa? —fruncí el ceño y le imité.

Ah, eras tú llegando junto a la señorita perfecta, que como de costumbre venía encimada a ti.

—¿Quién es esa chica tan bonita?

—Idiota —le solté un zape en la cabeza—. Es la hija de sus padrinos, de la que les conté.

—¡Ay! ¿Para saber? —me miró mal mientras sobaba el área afectada— Que sea odiosa no le quita lo bonita.

—De hecho, sí.

—No.

—Sí.

—No.

Y comenzamos una infantil guerra de "sí" y "no" pero tuvimos que parar, ya que tú y Soomin llegaron a nuestro lado.