26.

6K 632 505
                                    

Llegó la noche del sábado y me sentía muerta en vida, pasé el día entero metida en la academia de danza apoyando a Minho en su práctica, después fuimos por algo de comer y regresamos a casa ya para el anochecer.

Estaba acostada y revisaba los mensajes que me habías enviado temprano, eran fotografías de Kkami acompañadas de textos diciendo que lo habías llevado al parque. Se veían tan lindos pero fue el último mensaje que me dio mucha ternura: "Kkami te extraña y dice que necesita una mamá." Sonreí cubriendo mi boca y apagué el celular porque ya era muy tarde cómo para contestar.

Y pensar que ayer estuvimos a punto de enojarnos el uno con el otro por culpa de un malentendido.

Honestamente me hacías un poco de falta, y cómo si de verdad estuvieras conectado a mi mente, la pantalla de mi móvil brilló indicándome que tenía un nuevo mensaje tuyo.

Hyunjin:
Estás?

Yo:
Mande?

Hyunjin:
Te gustaría acompañarme a un lugar? :)
Sé que lo amarás

Revisé la hora y ya casi daban las once, ¿a dónde querías ir tan tarde? El descanso podía esperar, yo moría por verte y por ende acepté acompañarte. Antes de salir me aseguré que Minho durmiera sino me ganaría un regaño y me abrigué muy bien.

No tardaste mucho en llegar y subí al auto, donde me saludaste con un beso en la mejilla y después emprendiste rumbo. Pasaron unos largos minutos en los que ninguno emitió palabra alguna y yo sólo me dedicaba a ver por la ventana, pero también me sentía muy curiosa por saber a dónde nos dirigíamos.

—¿A dónde vamos, Hyunjin?

—Vas a ver cuando lleguemos.

—No me digas pues...

—No lo haré.

Mi curiosidad creció más cuando me percaté de que nos alejamos de la ciudad y entramos a una carretera montañosa y con muchas curvas. Después de un viaje en silencio y donde la música del radio fue lo único que nos envolvía, dejaste el carro en una pequeña área de estacionamiento y bajaste, yo te seguí.

—Qué miedo. —observé a mi alrededor.

El lugar no era tenebroso ni nada por el estilo, al contrario, la tenue luz de las lámparas, lo poco transitada que era la carretera y la cantidad de árboles y plantas que aún mantenían su tono verdoso pese a las temperaturas lo hacían ver muy bonito y formaban un ambiente apacible.

—¿No confías en mí?

—Sí... ¿A dónde me llevarás?

—Sólo tenemos que subir por allí. —señalaste una alta colina que no estaba tan lejos.

Tomé tu mano y caminamos en silencio por un amplio sendero que nos llevó al tope de la colina, en ese momento ya sentía un poco de miedo porque las alturas no eran lo mío. Solté tu mano cuando vi que te aproximabas a la orilla, yo no tenía el valor de pararme allí pese a que había una valla de metal para más seguridad.

—Ven aquí, la vista es hermosa.

—Me dan miedo las alturas y si miro hacia abajo posiblemente me dé vértigo. —reí nerviosa.

—Estás conmigo y no permitiré que eso pase, acércate. —sonreíste a la vez que extendías tu mano.

—Okay, sólo por un momento.

Caminé despacio hasta ti y cerré los ojos con fuerza cuando el miedo me recorrió de cabeza a los pies, aferrando mis manos a la baranda. En ningún momento me atreví a mirar, mi pecho se expandía y contraía por el pánico, pero me sentí segura cuando me abrazaste por atrás formando un firme agarre.

Si fuera tu Chica ; Hwang Hyunjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora