Si fuera tu Chica ; Hwang Hyunjin

30.

No sabía porqué pero una semana después Hyunjin comenzó a actuar raro conmigo, o así lo veía yo; el tiempo que pasábamos juntos se volvió corto ya que siempre decía estar ocupado y bueno, lo comprendía en cierto aspecto así que no le reclamé por nada.

¿No me querías decir que te pasaba, Hyunjin?

Esa tarde iba de camino a mi penúltima clase y te divisé a lo lejos, entonces quise hablarte ya que no te había visto en todo el día.

—¡Hola! —te abracé por la espalda y cerraste tu cuaderno rápidamente, cosa que me pareció bastante rara pero no pregunté.

—¿Qué haces aquí? —me miraste nervioso.

Qué diferente manera de recibirme...

—Iba a clase, te miré y quise saludarte. —respondí, mirándote con recelo. ¿Qué escondías?

—Oh...

"Oh" ¿Eso era todo lo que dirías? Suspiré pesado y fingí una sonrisa.

—Sí. Veo que estás ocupado, así que te dejaré solo. —ajusté mi mochila y sonreí por última vez para luego comenzar a caminar.

Creí que me detendrías pero no lo hiciste, así que me dirigí al salón con una expresión ligeramente decaída. No le veía ninguna razón a tu actitud, si estabas pasando por un mal momento sabías de sobra que podías apoyarte en mí, pero también entendía si no querías contármelo. Llegué a clase quince minutos antes, así que me entretuve en mi celular para matar el tiempo.

No volví a verte el resto del día y cuando llegué a casa me encerré en mi habitación porque aún estaba algo molesta con mi hermano, que seguía oponiéndose a que nos viéramos. ¿Estabas molesto conmigo al no ponerle un alto a Minho o será que su instinto de hermano mayor estaba en lo correcto al no confiar en ti? ¿Por qué de repente me tratabas con tanto desinterés?

Felix y Changbin llegaron a mi casa para pasar un rato juntos. Los tres platicábamos en mi habitación... bueno, Changbin y Felix eran quiénes mayormente hablaban mientras yo los escuchaba.

—Changbin, ¿aún me llevarás al baile de San Valentín cómo dijiste? —preguntó Felix.

—Depende, ¿qué me vas a regalar?

—Mhm... no lo sé. ¿Qué debería darle a este interesado? —el australiano me miró y yo sólo encogí los hombros.

—¿Y ahora qué te pasa? —preguntó Changbin, notablemente cansado de mis constantes cambios de ánimo.

—... Nada.

—¿Tiene que ver con Hyunjin, verdad? —Felix dio justo en el clavo— Habla, dinos qué es.

—Es que esta semana se portó muy diferente conmigo, ha estado muy distante y no sé porqué.

—Tú siempre viendo colores donde no hay —Changbin rodó los ojos— ¿Qué tal si sólo está ocupado con algo muy importante? Déjalo respirar.

—Pero no se siente bien que prácticamente me ignore.

—Pues sí, pero entiende que el colegio puede ser frustrante, especialmente durante estos días que a los profesores se los ocurre darnos pruebas sorpresas.

—No te precipites a deducir cosas, se ve que él está muy enamorado de ti. —añadió Felix.

Antes de que los dos pudieran continuar con su sermón, Minho tocó la puerta y entró al cuarto.

—Hey mocosos, les traje pizza.

—No me llames mocoso cuando soy sólo unos meses menor que tú. —se quejó Changbin.