El amor entre vivos y muertos es meramente imposible, pues los muertos no cuentan cuentos, y los vivos no saben de amores.
Jo y Oliver son almas inseparables. Pero siempre estará aquella barrera. Jo es de carne y hueso, Oliver es un fantasma que vag...
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Jo volvió a la mesa. Le temblaban las rodillas. La corta conversación que había tenido con Oliver le había servido para salir de su burbuja de privilegios.
No era que le debiera algo a Oliver.
Era como si por primera vez se diera cuenta de lo difícil que era ser alguien como Oliver.
Todos la miraban, la señora Potter sonreía. Siempre actuaba de aquella manera.
Jo se frotó las manos, con la mirada gacha, y tomó asiento en el mismo sitio.
Sintió la mirada de Jace perforarle la sien.
-¿Todo en orden?-preguntó Lilian y Jo alzó el rostro, de pronto sonriendo.
-Sí. Ya me siento mucho mejor.
-Nos alegramos de ello.-dijo el señor Potter, pero por su tono de voz Jo se sintió incómoda.
Lilian y el padre de Jace se miraron de manera extraña. Jo frunció el ceño.
En esta ocasión, Oliver no estaba por ahí. Le había dicho que la esperaría en el salón de baile al terminar la cena. Que tenía algo importante que decirle.
-¿Los niños ya han hablado sobre el matrimonio?-Jo sintió su pecho helarse. Era la voz de su madre. Sintió sus mejillas arder. La sangre le bajó hasta los talones. Miró a Jace por el rabillo del ojo. El joven sonreía. Jo se maldijo en voz baja. Parecía que Jace disfrutaba aquello.
-Madre.-comenzó Jo, mirándola desde la otra punta de la mesa, lanzándole una mirada cargada de odio.
Lilian la ignoró por completo, pero Jo logró percatarse de la confusión que tornaba el rostro de Jane.
-Es solo una pregunta, Josephine.-bufó Lilian.
Jane se aclaró la garganta.
-¿Es que a Josephine no le agrada la idea?-preguntó Jane, dejando el tenedor de lado. Jo se sintió tranquila. No miraba a Jo con rencor, sino con una profunda empatía. Jo la miró un momento.
-En realidad, no.-era la voz de Jace. El joven a su lado se inclinó hacia delante, posando los codos sobre la superficie de la mesa. Jo se giró a mirarlo, con una mueca en el rostro.
El señor Turner no dijo nada, solo apartó la mirada. Jo lo comprendía. A su padre no le gustaba aquel tema. Siempre había apoyado a Josephine en sus deseos por no contraer matrimonio.
-¿De qué hablas, muchacho?-preguntó el señor Potter, Gregory.
Jace se encogió de hombros.
-Ayer, durante el baile, bueno...Jo se sitió incómoda cuando lo mencioné. Le prometí no volver a hacerlo...
