CAPÍTULO 46: BAÑO DE SANGRE.

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CAPÍTULO 46: BAÑO DE SANGRE.

Cuando se lanzó por la ventana, con las piernas chorreando sangre, bien pudo haberse roto un hueso, pero no se dio cuenta

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Cuando se lanzó por la ventana, con las piernas chorreando sangre, bien pudo haberse roto un hueso, pero no se dio cuenta.

Cuando Minerva la encontró comenzó a gritar.

Pero era como si viera su vida desde debajo del agua. Como si su alma hubiese terminado de abandonar su cuerpo.

Aun y cuando Minerva la arrastró suplicando hacia el carruaje, no sintió nada.

Pasarían años para que volviera a sentir algo, porque aquella noche Jason Potter la había roto en miles de pedazos.

Aun y cuando se arrojó dentro de la bañera, con los ojos perdidos, no sintió el agua helada calar sus huesos.

Veía sin ver, sentía sin sentir.

Escuchaba a Minerva llorar en silencio tras la pantalla china...y aun así no lograba sentir nada.

La ilusión...el anhelo...el amor.

Eran sentimientos tan inalcanzables para Josephine.

Mientras intentaba borrar el pasado de aquella noche con el agua helada, ni siquiera se percató de que sus uñas la estaban haciendo sangrar. No se dio cuenta tampoco de que el agua había dejado de serlo cuando se inundó con su propia sangre.

Porque ya nada podía sentir aquella alma vagabunda.

Cuando terminó de bañarse, Minerva la encontró cubierta de arañazos en todo el cuerpo.

-Turner, por favor, déjame ayudarte-era una suplica cargada de culpa, porque Minerva creía que lo que aquella noche había sucedido era su culpa.

Jo la miró sin algún sentimiento.

Pero tampoco había odio.

-¿Leíste la carta?-susurró Jo, hablando por primera vez aquella noche.

Minerva asintió efusivamente.

-Créeme que nada de lo que sucedió fue tu culpa...Jo...te juro que haré sangrar a Jason Potter.

Jo la miró un momento. Su rostro no había cambiado en lo absoluto.

-No será necesario-susurró Jo.

Después de aquella corta plática, Jo le dijo que tenía que descansar y Minerva, cargada de culpa y enojo, salió de su casa con lagrimas sobre sus mejillas.

Aquella noche Jo no durmió, y tampoco cerró los ojos.

Le sería imposible hacerlo.

Los fantasmas, sin embargo, la acompañaron durante horas, entre murmullos de cadenas

El infierno había regresado, pero ahora Jo podía compararlo con el infierno real, y casi se sentía aliviada de sentir el murmullo de un par de pies arrastrándose bajo su cama.

El infierno había regresado, pero ahora Jo podía compararlo con el infierno real, y casi se sentía aliviada de sentir el murmullo de un par de pies arrastrándose bajo su cama

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Wattpad no me había dejado actualizar, pero aquí está.
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