CPÍTULO 14: UN VIEJO AMOR.

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CPÍTULO 14: UN VIEJO AMOR.

Jo bajó corriendo las escaleras

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Jo bajó corriendo las escaleras. Cuando era pequeña, su madre la reprendía por hacerlo. A pesar de que no congeniara mucho con su hija, le preocupaba que esta cayera y se deformara el rostro que, según Lilian Turner, era lo único bueno que Jo poseía.

Y Lilian la hubiese reprendido nuevamente, pero su madre no se encontraba por ahí.

Jo llevaba una sonrisa en el rostro. Sentía que la noche anterior había reiniciado su vida, que por fin alguien había escuchado sus deseos y que tenía algo por lo que valía la pena vivir: descubrir cómo había muerto Gilderoy, que, a creencia de Oliver, no era una muerte cualquiera.

-Lo asesinaron, eso es seguro.-había dicho su amigo la noche anterior.

Jo llegó al final de la escalinata y sus descalzos pies chirriaron contra el mármol frio del suelo.

Surcó el salón principal, el vestíbulo y finalmente se hundió en el oscuro pasillo que llevaba a las cocinas.

No se molestó en llamar a la puerta.

Nunca lo hacía.

Jo abrió de un tirón y entró, descubriendo a la señora Humphrey descansando de sus arduas tareas sentada en el banquillo de madera.

Jo se frenó de golpe. Humm la miró con confusión. La joven se frotó el rostro e intentó recuperar el aliento.

No había sido buena idea correr por toda la casa a horas tan tempranas.

-Jane me dio la razón...quiero decir, la señora Potter me dio la razón.

Jo se dejó caer contra la puerta, la cual se cerró de un golpe.

Humphrey la miró, sin comprender.

Jo continuó, entre respiraciones agitadas.

-Durante la cena, Jace intentó humillarme con el tema del matrimonio...Jane le cerró la boca al igual que a mi madre. Dijo que sino quería casarme, no iba a obligarme.

Humphrey abrió los ojos con sorpresa. Al parecer, el sueño y cansancio de la mujer se habían evaporado. Eso sucedía cuando Jo le relataba sucesos meramente excepcionales.

-Eso es una gran noticia.-dijo Humphrey, alzándose para envolverla entre sus brazos. Jo se aferró a la cocinera y el aliento regresó a ella. Sentía el corazón alocado, pero era en ese momento o jamás. Tenía que preguntarle sobre Gilderoy.

-¿Quién es Gilderoy Beaufort?-lo dijo de golpe, sin pensarlo. Aunque era bien cierto que Jo lo pensó durante toda la noche, enmarañada en pensamientos oscuros contra la almohada.

Humphrey se apartó de golpe. Jo sintió su mejilla rozar contra el hombro de la mujer. El rostro de Humm palideció y el de Jo se torno color escarlata.

LOS MUERTOS NO CUENTAN CUENTOS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora