Decisiones de Hermanos

Apoyo

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Después de dar un breve paseo por los alrededores de Yiling y verificar que todo estuviera en orden, se dirigió a los túmulos, cuando llegó a la entrada se dio cuenta que había una barrera de energía resentida cubriendo el pase, aparte se podían ver cadáveres feroces colocados en puntos estratégicos por dentro.

La primera vez que entro iba acompañado de Wei Ying por lo que pasó fácilmente a través de la barrera, el de túnicas blancas se preguntaba si está vez había alguna otra manera de pasar, extendió su mano con un ápice de duda preparado para alguna reacción negativa; grande fue su sorpresa cuando su mano atravesó sin problemas la barrera, ¿Así debía funcionar? Sin detenerse a meditar siguió adelante, los cadáveres que se cruzaba no se movían tal vez solo atacaban si percibían una amenaza.

Cuando por fin visualizo el centro y las pequeñas casitas su ceño se frunció rápidamente, se escuchaban gritos y sollozos, corrió para poder ayudar, pero cuando la entrada de la cueva hizo aparición solo observó a una complicada Wen Qing cargando a un pequeño A-Yuan que lloraba desconsoladamente.

— ¿Qué ocurrió? —preguntó de inmediato, dándole un fuerte susto a la doctora.

— ¡Por dios! Ah... eres tú, nunca asustes a una doctora podrías terminar con una aguja en tu cabeza —el pequeño también se vio sorprendido, sin embargo, su llanto cesó con la presencia de Lan.

Con una reverencia Lan Wangji se disculpó.

— No importa, no importa, maestro Lan creo que eligió un mal día para visitarlo —cambio de tema la Wen refiriéndose ahora a la persona causante de tanto alboroto.

— ¿Qué le sucede? —la preocupación plagaba su rostro.

— Ahh... —suspiró— desde que despertó a medio día, si es que durmió algo, ha estado aventando cosas de un lugar a otro, gritando cosas que no entiendo y al parecer nadie puede razonar con él incluso A-Yuan salió llorando y asustado, no sé qué le pasa —su siempre seria cara se había tornado melancólica de verdad no sabía qué hacer y veía con impotencia todo.

— Mmh, si me permite, quisiera ir a verlo —pidió permiso el Jade y le fue concedido con un gesto de mano y un "suerte" de parte de la doctora, quién decidió retirarse con el pequeño aún en brazos.

Al asomar la cabeza pudo observar lo que la doctora Wen decía, Wei Ying aventaba cosas y decía frases como, "no, esto está mal" para luego tomarse la cabeza con ambas manos y gritar "que no, que me dejen en paz" su mirada parecía desenfocada y sus ojos parpadeando entre el gris y el rojo, dos grandes ojeras se asomaban, la piel más pálida de lo normal, no parecía haber dormido o comido.

— Wei Ying —llamó con cautela entrando en su totalidad a la cueva, pero el contrario no parecía notar su presencia—. Wei Ying —volvió a repetir, pero siguió sin obtener nada.
Se acercó lo suficientemente para detener el nuevo objeto que iba a lanzar y quitárselo de las manos solo así pareció notarlo.

— ¿Lan Zhan? —preguntó dudoso, no era la primera vez que lo veía en una situación así,— No otra vez —gritó desesperado.
Y Lan Wangji sólo se congeló en su lugar, ¿A Wei Ying le molestaba su presencia?

— Vamos, ¿Por qué me regañarás está vez? —gritaba Wei Ying.

¿Regañar? El de blanco no entendía nada, ¿Cuándo lo había regañado?
— No te voy a regañar —fue lo único que se le ocurrió decir que tenía sentido.

Wei Wuxian se detuvo— ¿No? —quería confirmar.

— No —contestó solemne el contrario.

— ¿De verdad? —parecía un niño pequeño queriendo confirmar que en verdad no estaba en problemas.