Decisiones de Hermanos

Suficiente

🌺 | - | 🌺 | - | 🌺 | - | 🌺 | - | 🌺 | - | 🌺

El lugar era alumbrado únicamente por velas, igual no es como que hubiera muchas cosas que ver o guardar ahí, después de la quema del Muelle no había más reliquias que mantener, todo aquello que tenían estaba plasmado en su mente y corazón, las enseñanzas, los entrenamientos, cada estructura desde los postes hasta la ubicación de cada embarcación.

A pesar de querer con todo su corazón a la abuela Yu, bajaron ahí solos, Yanli apoyada en el brazo de Cheng a pasos lentos y con una vela en mano para alumbrar las escaleras oscuras, ambos habían estado en ese lugar con anterioridad, era una tradición de su familia conocerlo, tanto para aprender como para saber el valor que por años los ancestros fundadores habían otorgado en nombre de los Jiang.

La bóveda secreta de la familia no fue quemada, únicamente saqueada, los Wen estaban ocupados bebiendo y haciendo incoherencias, así que lo único que paso cuando volvieron fue encontrar un lugar sagrado vacío, sin embargo, ahora volvía a ser ocupado y lamentablemente no por lo que quisieran.

En medio de la habitación como si estuviera profundamente dormido, el cuerpo de Wei Wuxian yacía acostado en una pequeña cama, cubierto con mantas blancas como si eso pudiera quitar lo pálido de su piel y el frío en sus huesos.

Jiang Cheng sintió como su brazo fue estrujado con fuerza y lo entendía, Yanli nunca estuvo y jamás debería estar expuesta a imágenes crueles, entendía su miedo e impotencia, suavemente acaricio las manos que rodeaban su brazo en un afán de darle un poco de tranquilidad.

Aunque no mentiría, estaba sorprendido, ya que nunca esperó que Wei Wuxian de verdad pareciera solo estar descansando, más ordenado y tranquilo que en un día normal, si no fuera por el inexistente movimiento en su pecho, podría jurar que solo estaba siendo flojo en un día de verano.
Después de las imágenes de sus padres y los discípulos alrededor del muelle, con sangre, heridas y el rostro con expresiones de miedo e irá, la tranquilidad que rodeaba la cama ahora, era un poco escalofriante y tranquilizadora, por el simple hecho de no ver sufrimiento como en su mente.

Sin poder avanzar más rápido, deja que las imágenes de Wei Wuxian con lágrimas de sangre y heridas en su cuerpo, sean reemplazadas por el ahora, quizás creadas por la impotencia y preocupación, pero totalmente falsas.

Sale de sus pensamientos cuando deja de sentir la presión en su brazo, Yanli lo ha soltado quedándose atrás, le hace una seña para que él siga y lo hace, no la cuestiona, sabe que de todas maneras ella fue quien lo trajo aquí, así que ya fue visto de cerca.

Sí, duele verlo ahí, las personas a lo largo de su vida siempre fueron conscientes de la rivalidad que existía entre ellos, incansablemente se lo recordaron, pero nadie de ellos veía más allá, al final crecieron juntos fueron amigos de juegos, travesuras y aventuras, recibieron su espada al mismo tiempo y a partir de ese día fueron el mejor duo... O eso creyó hasta que sus caminos se vieron separados.

Wei Wuxian no volvió a tocar su espada después de la guerra y él, queriendo volver a juntarlos insistió tanto en que fuera el Wei Ying de su infancia, para darse cuenta de que simplemente era imposible.

Con una mano en el pecho y la otra extendida, intentó acariciar al contrario, cómo en aquellos días que ardía de fiebre y como el responsable debía cuidarlo.
Sin saberlo Yanli había contenido la respiración, a la expectativa, apretando la lámpara entre sus manos.

Un rayo de luz rodeó la mano de Cheng en aparente reconocimiento, haciéndolo abrir los ojos sorprendido al tiempo que daba un pequeño salto inconsciente, al segundo chocó miradas con la mayor.

— A-Jie...  —llamó con la voz cortada— Es... Es Zidian —declaró mirando su mano, con lágrimas en sus ojos, pero una sonrisa incrédula en su rostro— ¡A-Jie! —repitió al tiempo que abrazaba a su hermana que permanecía en shock mirando entre Wei Wuxian y Jiang Cheng, ¿Qué estaba ocurriendo?