Decisiones de Hermanos

Mo - Parte 1

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Está cacería va a matarme, piensa el Jiang mientras se deshace de otro cadáver feroz—. Pero, ¿Qué mierda es esto? —escupe molesto— Estas cosas no se acaban y aparte son... ¡Aléjate basura!—es interrumpido por otro cadáver que se acercaba por su espalda.

— ¡Estas son imitaciones horribles! —grita exasperado.

— Jajaja eso fue muy divertido, cuidado, viene otro —señala la pequeña que se encuentra sentada sobre sus hombros—¡Excelente Líder Jiang! —aplaude cuando el cadáver cae.

— ¡Ya te dije que no me llames así! —respondió el Jiang.

— Ah, lo olvide lo siento Tío —corrigió la pequeña, el líder Jiang se había unido a la caza del malvado Xue Yang, pero había pedido estar en anonimato, la primera noche el tal Xue Yang estaba encapuchado y él llevaba una capa café así que ninguno conocía el rostro contrario y después de reflexionarlo considero que sería lo mejor. Así que ahora los cultivadores le hablaban informalmente y la pequeña lo llamaba tío, al inicio a él se le hizo absurdo, pero ya que la niña insistió no dijo más.

Se suponía que esto sería una investigación/ cacería, relativamente fácil, sin embargo, ya habían perdido muchos días en este juego de tira y afloja con ese estúpido niño "Xue Yang".

Después de la fructífera plática del otro día, los tres adultos habían acordado unirse para capturar al responsable de todos los disturbios, pero todo termino en un asco, cada intento de acorralarlo los hacía caer en una extraña y mortal trampa del contrario, algunas más elaboradas que otras o, por otro lado, eran extremadamente estúpidas, como ahora que sin pena ni esfuerzo habían sido rodeados por una horda de cadáveres que ni siquiera parecían una amenaza.

Había sido demasiado, incluso tuvo que mandar varias cartas a su Shijie para comunicarle sobre su avance y excusándose, ya que tendría que dejarla a cargo por un tiempo más, también para que ella fuera a la boda del Jin como líder de Yunmeng, aparte de como amiga de QinSu claro.

— Muy bien, esto fue suficiente, lo haremos a mi modo —declaró mientras Zidian volvía a dar forma de anillo, después de acabar con el último cadáver.

Xiao Xingchen y Song Lan solo se miraron y asintieron en si dirección, igualmente cansados de todo esto.

Cuando la noche llegó, todos menos la pequeña A-Qin se dirigieron al interior del bosque con Jiang Cheng encapuchado al frente— ¡Muy bien pequeño bastardo, muéstrate de una buena vez! —gritó al tiempo que golpeaba un árbol con su pie.

Los tres esperaron alerta a qué algo pasara, pero no pasaba nada, hasta que Xiao Xingchen agudizó sus sentidos y pudo distinguir el ruido que hacían las hojas de los árboles, no era un sonido que hiciera el viento, más bien parecía como si... — Ahí —alertó al resto, en la copa de un árbol no muy lejos de ellos, se podía distinguir una sombra que se aproximaba a su encuentro.

Todos dirigieron su mirada al lugar indicado, mientras la sombra parecía observarlos y... Al estar cerca ya no era una, sino 4 sombras rodeándolos desde los árboles.
— Pero qué mierda... —fue lo único que alcanzó a decir el Jiang antes de que una lluvia de flechas cayera sobre ellos.

Tanto Song Lan como Xiao Xingchen habían actuado rápido y con sus bastidores desviaban las flechas, hasta que Zidian hizo su aparición y con un movimiento había derribado a dos sombras.
Las otras dos habían caído a manos de los cultivadores errantes, sin embargo, de un momento a otro estos se esfumaron en sus manos, como si se volvieran polvo.

— ¡Suéltame maldita mocosa! —gritaba alguien que se aproximaba a ellos, por el lado contrario a dónde las sombras habían llegado.

— ¡No soy una mocosa! —le respondía una voz familiar.