Desconocido

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Una cosa, cuando pongo localizaciones la verdad es que al momento de escribir intento que tenga sentido, pero no es algo exacto ni con la novela, ni con la vida real jaja

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Una vez que se separaron, el camino restante a Lanling fue bastante tranquilo, excepto por los constantes comentarios y amenazas de Xue Yang sobre que el viaje era en vano, que no sabían con quién se metían y bromas de mal gusto, fuera de eso llegaron a Torre Koi sanamente.

Al explicar la situación a los guardias de la entrada y  no tener una respuesta fue llamado Jin GuangYao, como suplente del líder Jin. Fueron tratados amablemente y explicaron la situación.

-Entonces este es el bandido que hizo todos esos disturbios- volvió a confirmar el Jin.

-Así es Maestro Jin, supimos que la secta estaba en busca del responsable y ya que nos topamos con él, lo hemos traído para que pueda ser juzgado- declaró Xiao Xingchen.

Pero la tranquilidad momentánea fue interrumpida por una risa estruendosa, los tres mayores voltearon sorprendidos, Xue Yang se revolcaba en el suelo riendo escandalosamente, con sus manos aún esposadas en su espalda, boca arriba pataleaba el aire.

Song Lan frunció el ceño en respuesta, este niño podía padecer alguna enfermedad mental, no encontraba otra explicación lógica para su comportamiento, no solo ahora, en el camino a la secta se burlaba de ellos o los amenazaba describiendo cosas asquerosas, él fue siempre escoltandolo ya que no deseaba que la pequeña o Xiao Xingchen escucharán las cosas tan retorcidas que salían de su boca.

-¡Jajajaja! Este jueguito me está dando mucha risa- decia mientras su risa se tranquilizaba hasta que se silencio de golpe, suspiró y levanto la mirada despreocupado. -Igual los mataré- declaró restándole importancia.

Song Lan dirigió su mano a su espada como primera reacción, sin embargo, una mano se posó sobre la suya deteniendolo. Miro a su derecha y pudo ver la mirada sería y decidida de Xiao Xingchen.  Cuando estaba por hablar fue interrumpido.

-No se preocupen, la secta Jin se encargará de él- declaró el Jin mientras se giraba a darle indicaciones a los guardias más cercanos, para que escoltaran a Xue Yang a un calabozo.

-Agradecemos su compromiso maestro Jin- respondió el de tunicas grises mientras hacía una leve reverencia. -De ser posible me gustaría asistir al juicio- soltó una vez que había regresado a su postura normal.

El Jin detuvo sus pasos un segundo como si la declaración lo tomara por sorpresa. -Bueno claro que primero deberán hacerse las investigaciones correspondientes- fue su respuesta. Lo que hizo que el de tunicas oscuras levantará una ceja en disgusto.

-Claro que si necesitan que declaremos podemos hacerlo- señaló no muy convencido con la expresión tranquila del contrario.

-Oh porsupuesto, pero ya han sido muchas molestias, estoy seguro que deben reanudar su viaje, muchas gracias a ambos- despidió de una manera directa y educada el anfitrión, mientras los cultivadores errantes entendían el mensaje y observaban como Xue Yang se alejaba gritando.

-Diganle a esa niña que pronto me las pagará- fue lo último que alcanzaron a escuchar y como respuesta solo pudieron sentir su sangre arder y congelarse al mismo tiempo.

Tal vez no había sido una buena idea traerlo aquí después de todo.

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-¡A-Li! ¡A-Li! ¿Dónde estás?- gritaba un estresado Zixuan mientras corría entre la neblina y esquivaba una que otra flecha solo guiado por su oído. -Maldición esto no debía ser así- susurro por lo bajo.

Decisiones de Hermanos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora