Decisiones de Hermanos

¿Valdrá la pena?

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Desde antes de saber sobre su condición, había pasado noches en vela con el cuerpo pesado o días enteros sin poder ser despertada, para su buena suerte la tranquilidad de esa noche después de visitar a sus padres y hablar con ellos, soñó con aquellos días de su juventud.

Eran solo niños cuando corrían por los lagos, chapoteando con el resto de cultivadores jóvenes, en dónde solo debían preocuparse por llegar a tiempo a la cena y dormir temprano para no ser regañados por la mañana.

Recuerda que su madre solía peinarla y ponerle hermosos vestidos cuando visitaban a su amiga en la secta Jin, era difícil ir y no conocer a nadie, pero se volvió aún más complicado cuando su compromiso fue dado a conocer, desde niña su sentencia había sido dictada.

Intentó asimilarlo y hacerse a la idea de convivir con esta persona que en contra de su voluntad sería su compañero de vida, fue en la adolescencia cuando las palabras hirientes habían calado fuerte, el gusto por una persona no se trata solo de la apariencia física, se trata de la cercanía, convivir, charlar, conocerse es fundamental para crear un lazo.

Cosa imposible con Jin Zixuan, conforme crecía su joven rostro se perfilaba, si bien era un joven apuesto su actitud, bueno, dejaba bastante que desear para muchos, pero Yanli siguió firme por mucho tiempo, si se acercaban tal vez podrían llevar las cosas en paz, convivir como amigos aunque su destino fuera casarse.

Un día no supo diferenciar entre crear un lazo y un sentimiento real, fue una tontería, pero los celos fueron el primer sentimiento de alerta, inevitablemente las diferentes doncellas buscarían entablar relaciones con jóvenes cultivadores para poder tener un futuro próspero y al ser Jin Zixuan un heredero de secta su demanda era bastante alta.

Cuando los Jin llegaban a cualquier lugar los halagos y murmullos nunca se hacían esperar, y con la actitud de los mismos su cara en alto y su caminar presuncioso eran inevitables, pero una declaración eso nunca lo había presenciado.

Una chica linda, algo más joven que el mismo Zixuan con una carta en sus temblorosas manos, una sonrisa arrogante por parte del más alto y unas cuantas palabras fueron su negativa. Y ella por alguna razón no podía apartar la mirada de la escena, apretando entre sus manos un pedazo de tela ¿Por qué a pesar de su rechazo había acariciado el rostro contrario con tanta ternura? ¿Quizás sentía algo por ella, pero fue rechazada por culpa de su compromiso? ¿Era ella el verdadero problema en la ecuación?

La sensación cálida en su mejilla la había sacado del momento y la había impulsado a correr del lugar, sin entender por qué las lágrimas habían surcado su bello y perplejo rostro, agitando su respirar y sintiendo su estómago revolver se preguntó que era ese sentimiento agudo en su pecho.

Tarde se dio cuenta de que tal vez Jin Zixuan era más que un rostro perfilado ahora, no convivían cómo era su propósito desde el inicio, pero era inevitable no verse o chocar en ocasiones cuando las clases en receso de las nubes dieron lugar, sabía que le causaba disgusto al contrario y hasta cierto punto lo entendía, que tú sentencia tenga nombre y apellido lo hacía más complicado de digerir.

Había intentado muchas cosas que podrían ser banales para algunos, pero para ella eran su lenguaje del amor, siempre que preparaba algún dulce guardaba algunos para su próxima visita a los Jin, o cuando preparaba algún platillo para sus hermanos siempre hacia unos extra para el heredero, sin embargo, un enfrentamiento había culminado todo, ¿Por qué seguir dónde no te quieren? Esa pregunta había cerrado su corazón.

Después del malentendido en las carpas de guerra, cuando el Jin creyó que ella había mentido para obtener su favor supo que él simplemente no solo no creía en su buena voluntad, la perspectiva que él tenía sobre ella era horrible, una niña mimada dispuesta a hacer todo para siempre ganar sin importar a quien pisaba en el proceso.